Sorpresa científica por el rápido desplazamiento del norte magnético
Un artículo publicado en la revista científica Nature lo advertía el pasado mes de enero y ahora lo reitera un informe publicado por la Agencia Espacial Europea (ESA)… Y es que buena parte de la comunidad científica internacional está realmente sorprendida por el rápido desplazamiento observado en los últimos años en el norte magnético de nuestro planeta.
El punto al que señalan las brújulas (las tradicionales, accionadas por un simple imán) se está moviendo -en dirección a Siberia- a un ritmo de entre 50 y 60 kilómetros por año y todo parece indicar que seguirá este camino en las próximas décadas debido a las condiciones geológicas profundas de nuestro planeta.
Lejos de ser una simple curiosidad geológica, el desplazamiento del norte magnético afecta a muchos equipos y actividades humanas, desde la orientación en navegación marina hasta varias de las utilidades de nuestros smartphones y otros dispositivos informáticos que utilizan la geolocalización.
“Por lo que sabemos, el norte magnético de la Tierra siempre ha vagado, pero recientemente ha ganado un nuevo impulso y se está lanzando hacia Siberia a un ritmo nunca antes visto”, destaca la ESA. Si bien esto tiene algunas implicaciones prácticas, los científicos creen que esta carrera está siendo causada por la formación de burbujas magnéticas muy por debajo de la superficie terrestre.
A diferencia de nuestro Polo Norte geográfico, que se encuentra en una ubicación fija, el norte magnético se desplaza. Esto se sabe desde que se midió por primera vez en 1831, y posteriormente se mapeó a la deriva lentamente desde el Ártico canadiense hacia Siberia, recuerda la ESA.
Una de las consecuencias prácticas de este movimiento es que el Modelo Magnético Mundial (WMM por las siglas en inglés) debe actualizarse periódicamente con la ubicación actual del polo. El WMM es de gran importancia técnica para muchos sistemas de navegación utilizados por barcos, mapas (como los que utiliza ahora Google) y dispositivos móviles con localizadores geográficos.
Una de las muchas áreas de investigación que utiliza información del programa Swarm de la ESA se centra en explicar por qué el polo ha acelerado ese ritmo de desplazamiento. Estos datos actualizados por la ESA se presentan y discuten esta semana en el Simposio Internacional Living Planet, que se celebra en Milán (Italia).
Brújulas espaciales
Entre 1990 y 2005, el norte magnético aceleró de su velocidad histórica de 0 a 15 km por año, a su velocidad actual de 50 a 60 km por año. A fines de octubre de 2017, cruzó la línea de la fecha internacional, pasando a 390 km del polo geográfico, y ahora se dirige hacia el sur, detalla la ESA.
De hecho, recientemente, el Modelo Magnético Mundial tuvo que actualizarse con urgencia debido a la velocidad a la que se mueve el polo.
La misión Swarm de la ESA no solo se usa para hacer un seguimiento del norte magnético, sino que los científicos están utilizando sus datos para medir y esclarecer los procesos que afectan a los diferentes campos magnéticos que provienen del núcleo, el manto, la corteza, los océanos, la ionosfera y la magnetosfera de la Tierra.
“Nuestro campo magnético existe debido a un océano de hierro líquido sobrecalentado y en remolino que constituye el núcleo externo. Como un conductor giratorio en una dinamo de bicicleta, este hierro en movimiento crea corrientes eléctricas, que a su vez generan nuestro campo magnético en constante cambio”, explica la ESA. El seguimiento de los cambios en el campo magnético puede, por lo tanto, decirle a los investigadores cómo se mueve el hierro en el núcleo.
Norte magnético en movimiento
Phil Livermore, de la Universidad de Leeds (Reino Unido), destaca que “se han propuesto varias teorías para explicar este comportamiento pero, dado que se basan en cambios en el campo magnético a pequeña escala, no pueden explicar la reciente trayectoria del polo”. ”Al usar los datos recopilados durante dos décadas por los satélites, incluido el trío Swarm de la ESA, podemos ver que la posición del polo magnético norte está determinada en gran medida por un equilibrio, o tira y afloja, entre dos grandes lóbulos de flujo magnético negativo en el límite entre el núcleo y el manto de la Tierra bajo Canadá y Siberia”, indica Livermore.
La investigación en curso está demostrando que los cambios en el patrón de flujo del núcleo entre 1970 y 1999 alargaron el lóbulo canadiense, debilitando significativamente su firma en la superficie de la Tierra, haciendo que el polo se acelere hacia Siberia.
Los modelos plateados recientemente por los expertos predicen que durante la próxima década el polo magnético norte continuará su trayectoria actual y viajará otros 390–660 km hacia Siberia.
Fuente: lavanguardia.com