Sismólogos viajan a la Antártica para instalar instrumentos por ola de temblores
Desde agosto se registra un inédito aumento de la sismicidad. El movimiento del sábado fue el más grande en los últimos 70 años a 300 km a la redonda de la base Frei
Solo un sismo de magnitud superior a 5 se había registrado en los últimos 50 años en el entorno de las bases antárticas chilenas. Pero desde el 31 de agosto en la zona del estrecho de Bransfield, que separa la isla Rey Jorge de la Península Antártica, se han sucedido más de cuarenta, incluyendo el que se percibió el sábado pasado, que alcanzó una magnitud 7,1. Este es el mayor percibido en el entorno de monitoreo, que incluye 300 kilómetros de la base Frei, en setenta años de mediciones.
“Hay una crisis sísmica que no se ha detenido, porque acabamos de tener un sismo importante el fin de semana”, dice Jaime Campos, director del Programa de Riesgo Sísmico (PRS) de la U. de Chile.
Lo más preocupante, dice, es que empezaron a presentarse temblores muy cerca de la superficie, y a menos de 10 kilómetros de las bases, lo que generó inquietud. “Mientras más cerca de la superficie, las vibraciones se sienten mucho más, sin necesariamente tener gran magnitud. Por eso un sismo en Italia o Turquía de magnitud 5 o 6 a siete kilómetros de profundidad destruye ciudades enteras”.
Todo esto llamó la atención a los especialistas del PRS y del Centro Sismológico Nacional (CSN), quienes además fueron contactados por el Instituto Antártico de Chile (Inach) para ver de qué manera podían armar rápidamente un sistema de mediciones y entender lo que estaba pasando.
“Chile lamentablemente dejó de instalar instrumentos geofísicos en el territorio antártico hace varias décadas. Por lo tanto, estábamos ciegos frente a esa actividad sísmica, y a raíz de eso armamos una misión especial”, agrega Campos.
El próximo viernes 5 de febrero, una misión especial de investigadores desembarcará en el continente helado. Su tarea será instalar instrumentos geofísicos de alta complejidad y resistencia al ambiente polar para obtener información en tiempo real de lo que está ocurriendo.
El grupo incluye un doctor en geofísica y otro en sismología del PRS, y un experto en sistemas del CSN que serán coordinados desde Santiago por Campos. Los investigadores ya llevan más de una semana en una cuarentena previa en Punta Arenas esperando su traslado.
El plan contempla la instalación de instrumentos de medición en las bases Arturo Prat, Bernardo O’Higgins, Eduardo Frei y Profesor Escudero. Estos estarán conectados en tiempo real con Santiago de forma satelital.
Materiales resistentes
Campos reconoce que no fue fácil montar la operación, porque había que desarrollar instrumentos que soportaran la temperatura y las condiciones extremas del continente. “No son los mismos que se instalan en el norte o centro de Chile, donde se pueden poner baterías y paneles solares de apoyo”.
El PRS realizó además una simulación para determinar si el sismo del sábado pasado, el de mayor intensidad registrado en la zona, podía gatillar un tsunami. El ejercicio mostró que la amenaza fue mínima, pero que un sismo mayor sí podría causar efectos importantes. De hecho, en el otro extremo de la Antártica, frente a Australia, se han generado tsunamis derivados de fuertes sismos, dice.
Campos reconoce que, entre las posibles razones del aumento de la actividad en el área, investigadores españoles y británicos mencionan que en el fondo del mar se están generando estructuras tectónicas o fallas. Estas responden a un esfuerzo, porque se está separando el estrecho de Bransfield de la península en dirección norte, y la presente actividad sería coherente con eso. Pero esto debe ser aún comprobado, dice Campos.
Hasta la ola de sismos que comenzó el año pasado, el único terremoto relevante en la zona había tenido lugar el 8 de febrero de 1971. Algunas fuentes dicen que fue de magnitud 7,1, pero debido a la imprecisión de los instrumentos de entonces, otras aseguran que fue de 6,6. Ocurrió a unos 250 km hacia el suroeste de la base Frei. El de este sábado fue 250 km al noreste.
Fuente: Emol.com