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Siete inventoras que quizás no conozcas, pero te han cambiado la vida

“Cualquier chica puede ser glamurosa. Todo lo que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida”, decía Hedy Lamarr. A la actriz estadounidense le sobraba belleza y no tenía ni un gramo de estupidez. Posiblemente su glamour eclipsó a la ingeniera de telecomunicaciones que también era, pero no la aniquiló. De su mente surgió la “técnica de transmisión en el espectro ensanchado”, un sistema de comunicaciones en el que se basan todas las tecnologías inalámbricas que empleamos en la actualidad. Como ella, otras muchas mujeres han aportado grandes inventos que nos han transformado la vida pero cuya autoría no siempre ha sido bien reconocida. El libro “Supermujeres, superinventoras” (Lunwerg), escrito y hermosamente ilustrado por Sandra Uve, recoge las historias de más de 90 de esas pioneras. Aquí contamos algunas de las más llamativas, cuyas protagonistas, como Lamarr, decidieron no quedarse quietas.

Ada Lovelace, la primera programadora informática

¿Quién dijo que la informática es cosa de hombres? ¿Por qué hay tan pocas chicas matriculadas en las carreras técnicas? Es difícil responder cuando, precisamente, una mujer fue la primera programadora informática de la Historia. Se llamaba Ada Lovelace (Reino Unido, 1815-1852), matemática y poeta, hija del famoso Lord Byaron. En sus Notas de 1834 sobre la máquina analítica de Charles Babage se halla el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina. En 1979, el Departamento de Defensa de EE.UU. bautizó con su nombre, ADA, un lenguaje de programación.

Stephanie Kwolek, la “madre” del Kevlar

El Kevlar es una fibra cinco veces más resistente que el acero, rígida e ignífuga. Es utilizada en la fabricación de artículos espaciales, cables submarinos, barcos, cascos y frenos de automóviles, prendas ignífugas y contra el frío, y chalecos antibalas para policías y militares. Su descubridora fue Stephanie Kwolek (EE.UU., 1923-2014), graduada en química.

Julie Newmar, los pantis push up

El truco para estilizar la silueta debajo de los vestidos de muchas actrices y famosas son los pantis push up. Su creadora fue otra intérprete, Julie Newmar (EE.UU., 1933), célebre por su papel de Catwoman en la serie Batman para televisión. Newmar tenía un físico envidiable y muy llamativo, pero como llevaba un vestuario muy ajustado, ideó una especie de leotardos con los que podía verse más delgada. Los comercializó con la marca de Nudemar.

Josephine Cochrane, el primer lavavajillas

Algunas de las ideas más brillantes nacen de la propia experiencia. Josephine Cochrane (EE.UU., 1839-1913) celebraba numerosas fiestas en su casa familiar de Shelbyville (Illinois), pero cada convite acababa en una pequeña tragedia. La hermosa vajilla de porcelana china sufría alguna rotura cuando la lavaban los sirvientes, así que Cochran decidió buscar otro sistema. Viuda y llena de deudas, se las arregló para salir adelante e inventó uno de los electrodomésticos que más nos facilitan la vida y del que no podríamos prescindir: el lavavajillas.

Ángela Ruiz Robles, el e-book

Ángela Ruiz Robles (Villamarín, León, 1895 – A Coruña, 1975) es una de nuestras más insgines inventoras españolas y quizás también una de las más conocidas. O al menos más recuperadas contra el olvido. No es para menos. Esta profesora y directora de colegio inventó, entre otras cosas, la enciclopedia mecánica, que está considerada como la precursora del libro electrónico o e-book. “Una máquina -recuerda Sandra Uve en su libro- fantástica, propia de Julio Verne, que ha convertido a Angelita en toda una ‘influencer’“.

Hedy Lamarr, precursora del wifi

¿Hedy Lamarr inventora? ¿Pero esta no era una bellísima actriz de Hollywood? Sí, y también ingeniera de telecomunmicaciones. Lamarr (Austria, 1914 – EE.UU., 2000) ideó junto al compositor George Anthiel el Spread Spectrum, un sistema secreto de comunicaciones inalámbricas para guiar a los torpedos por medio de radiofrecuencias y combatir así a los navíos y submarinos nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Solo llegó a utilizarse en la crisis de los misiles de Cuba en 1962, pero lo asombroso, recuerda la autora, es que este invento es el precursor del wifi actual. Eso sí, Lamarr ha pasado a la Historia por protagonizar tanto el primer desnudo que se vio en la gran pantalla como el primer orgasmo en “Éxtasis”.

Mary Phelps Jacob, el sujetador

Se dirigía a una fiesta Mary Phelps Jacob (EE.UU., 1891-Italia, 1970) cuando, vaya, se dio cuenta de que la seda de su vestido revelaba su pechos por encima del corsé. Decidida, cosió dos pañuelos cruzados y atados con una cinta. ¡Acababa de inventar el primer sujetador! El chisme debió de parecerle muy práctico porque lo patentó un año más tarde y hoy no hay mujer del mundo occidental que no lo utilice (o casi ninguna). Esta inventora, que tras casarse tomó el nombre de Caresse Crosby, fue también la madrina literaria de la Generación Perdida, fomada por escritores expatriados en París como Hemingway o Scott Fitzgerald.

Fuente: abc.es/ciencia