Se rompió una pata: una fotografía revela lo que pasó con Odysseus al alunizar
El CEO de Intuitive Machines, empresa fabricante del primer módulo de aterrizaje privado en alunizar, explica lo que pasó con Odysseus al descender en la superficie de la Luna: “Golpeamos más fuerte de lo previsto y derrapamos por el camino”
Tras seis días y la publicación de nuevas imágenes, los ingenieros finalmente reconstruyeron los momentos antes, durante y después de que el módulo de aterrizaje Odysseus pisara la superficie lunar.
Durante una conferencia de prensa celebrada el miércoles, Steve Altemus, CEO de Intuitive Machines, expuso lo que su compañía averiguó acerca de lo ocurrido el pasado jueves por la noche, cuando Odysseus descendió en la Luna.
Desde la sala de control en Houston, los operadores de la misión observaban, con los nervios de punta, que sus telémetros habían fallado. Un esfuerzo de último momento para aprovechar los datos de altitud de un cargamento de la NASA que la nave espacial transportaba fracasó porque la computadora de vuelo a bordo del Odysseus no pudo incorporarlos a tiempo. Así que el módulo de aterrizaje estaba, básicamente, bajando hacia la Luna sin ninguna información de altimetría en tiempo real.
La última comunicación que recibieron los operadores parecía indicar que Odysseus había alunizado y estaba en posición vertical. Pero entonces, para su horror, se detuvo toda la actividad de telemetría procedente de la nave. Los datos de las consolas de los controladores de vuelo en Houston se congelaron. Temieron lo peor.
Derrapando hacia la Luna
Unos 10 minutos después, el módulo de aterrizaje envió una débil señal de vuelta. En ese goteo inicial de datos, obtenidos a partir de la unidad de medición inercial de la nave espacial, parecía que Odysseus estaba parcialmente de lado. Pero los indicadores eran confusos.
El miércoles, Altemus explicó lo que el equipo había reconstruido desde entonces. Debido a la falta de información de altimetría, Odysseus pensó que estaba a unos 100 metros por encima de la superficie lunar de lo que realmente se encontraba, por lo que al tocar tierra se desplazó unas tres veces más rápido de lo previsto, a unos tres metros por segundo. También se movía lateralmente, en relación con el suelo, a un metro por segundo aproximadamente.
“Golpeamos más fuerte de lo previsto y derrapamos por el camino”, explicó Altemus.
Mientras impactaba y derrapaba, el motor principal de la nave espacial seguía encendido. Entonces, justo cuando tocó tierra con más firmeza, se produjo un pinchazo en la cámara de combustión del motor. Esto es consecuencia del contacto de la boquilla acampanada del motor con la superficie lunar.
Quizá merezca la pena detenerse en este punto para considerar que esta nave espacial, que se lanzó una semana antes, acababa de realizar un aterrizaje autónomo sin saber exactamente dónde se encontraba. Pero ahora se hallaba en la Luna. En el momento del impacto, una o varias de las patas de aterrizaje se partieron al caer con fuerza. Entonces, en ese mismo instante, con el motor aún encendido, una cámara incorporada tomó una imagen de la escena. Intuitive Machines publicó esta foto el miércoles. Es espectacular.
Con base en la gravedad de la Luna, Intuitive Machines y la NASA calcularon que tardó unos dos segundos en volcar. El módulo de aterrizaje cayó de lado, tocando la Luna con un depósito de helio o una plataforma de la radio. Esta protuberancia, combinada con la inclinación de 12 grados del terreno, implica que Odysseus se apoya actualmente en la superficie lunar con un ángulo de unos 30 grados. El martes, la nave espacial envió una imagen que comprobaba estas conclusiones.
“Ahora tenemos esa foto para confirmar que esa es la orientación”, comentó Altemus.
Tiempo de dormir
A medida que Intuitive Machines ha ido comprendiendo mejor la situación y el estado de su vehículo, ha conseguido descargar un torrente de datos. La NASA obtuvo información valiosa de las seis cargas que llevaba a bordo, declaró Sue Lederer, científica del proyecto de la agencia espacial. Hasta el miércoles, la agencia espacial había logrado bajar unos 50 MB de datos. El criterio de referencia para determinar el éxito de la misión era tan solo registrar un bit de ellos.
Pero el tiempo de operación se agotaba conforme el Sol se iba ocultando en el horizonte. Odysseus se quedó sin energía en cuanto llegó la noche del miércoles, entrando en la larga noche lunar. Dentro de unas tres semanas, cuando la luz del Sol empiece a alcanzar de nuevo los paneles solares de la nave, Intuitive Machines intentará reactivarla. Las probabilidades son bastante altas. A la química de sus baterías de iones de litio no le gusta el frío y las temperaturas descenderán en picado hasta los -280 grados Fahrenheit (-173 grados centígrados) en unos días. Eso podría estropear las baterías o romper los componentes electrónicos de la computadora de vuelo.
Sin embargo, la esperanza sigue siendo infinita para una nave espacial a la que sus operadores llaman con cariño “Odie”. Hasta ahora ha superado todos los pronósticos. “Es un pequeño amigo luchador. A estas alturas, confío en Odie”.
Fuente: es.wired.com