Pueden oler el paso del tiempo, así es la mente de tu perro según la ciencia
¡No los maltrates! Los perros sienten y experimentan una realidad diferente que nosotros, Alexandra Horowitz nos invita a un recorrido por la mente del mejor amigo del hombre
¿Alguna vez te dijeron que los animales no sienten? Esta idea muchas veces ha sido un argumento para justificar el maltrato o incluso la cruda violencia contra los animales, como la que vimos hace unas semanas cuando la perrita Violeta en Chihuahua fue sumergida en chapopote caliente por un desconocido aun impune. Sin embargo, la idea de que los animales no sienten y no tienen vida interior no podía estar más alejada de la realidad demostrada por la ciencia.
Los perros han sido nuestros compañeros durante miles de años, pero ¿realmente los conocemos? La ciencia está revelando que su mundo es mucho más complejo de lo que imaginamos. Alexandra Horowitz, psicóloga cognitiva y autora del libro En la mente de un perro, nos ofrece una visión fascinante sobre la percepción y la inteligencia canina.
Un mundo distinto al nuestro
Para entender cómo los perros ven el mundo, Horowitz recurre al concepto de Umwelt, desarrollado por el biólogo Jakob von Uexküll. Este término describe la realidad subjetiva de cada especie, determinada por sus sentidos y habilidades cognitivas.
Mientras que los humanos priorizamos la vista, los perros viven a través del olfato, lo que significa que su mundo está dominado por los aromas y las informaciones invisibles para nosotros.
El olfato de un perro es hasta 100,000 veces más sensible que el nuestro. No solo pueden detectar la presencia de una persona que pasó hace horas, sino que también pueden “oler” las emociones humanas, como el miedo o la tristeza. Y todavía más llamativo es que los perros pueden oler el paso del tiempo, es decir distinguen entre los diferentes momentos del día conforme los olores se van transformando a lo largo de las horas y los minutos.
Además, su oído capta frecuencias inaudibles para nosotros, lo que les permite escuchar el zumbido de un tubo fluorescente o el movimiento de insectos.
Más allá del instinto: una inteligencia sorprendente
Lejos de ser simples criaturas que reaccionan por instinto, los perros demuestran habilidades cognitivas avanzadas. Estudios han demostrado que pueden comprender gestos humanos, recordar experiencias y hasta resolver problemas básicos. Su capacidad para interpretar el lenguaje corporal y las emociones de sus dueños indica un alto nivel de inteligencia social.
Uno de los puntos clave del libro es la crítica al antropomorfismo. Solemos atribuirles emociones y pensamientos humanos, lo que a veces nos lleva a malinterpretar su comportamiento. Horowitz nos invita a observar a los perros desde su propia perspectiva, reconociendo sus formas de comunicación y entendiendo lo que realmente intentan expresar.
Una relación que puede mejorar
Conocer cómo funciona la mente de un perro no solo nos ayuda a comprenderlos mejor, sino que también fortalece nuestra relación con ellos. Apreciar sus capacidades y su forma única de percibir el mundo nos permite ofrecerles una vida más enriquecedora y respetuosa.
La próxima vez que veas a tu perro olfateando el aire o fijando la vista en la nada, recuerda que está explorando un mundo invisible para ti. Los perros son mucho más que mascotas: son seres con una inteligencia propia, una percepción única y una forma de ver la vida que aún estamos aprendiendo a entender.
Alexandra Horowitz: Exploradora de la mente canina
Alexandra Horowitz es una psicóloga cognitiva y etóloga especializada en el estudio del comportamiento animal, con un enfoque particular en los perros. Doctora en Ciencias Cognitivas por la Universidad de California en San Diego, actualmente es profesora en el Barnard College de la Universidad de Columbia, donde dirige el Dog Cognition Lab.
Reconocida por su capacidad para traducir la ciencia en un lenguaje accesible, Horowitz ha escrito varios libros, entre ellos En la mente de un perro (2010), donde explora cómo los perros perciben el mundo y se relacionan con los humanos. Su trabajo ha cambiado la manera en que comprendemos la inteligencia y la sensibilidad de estos animales, promoviendo una visión más profunda y respetuosa de su naturaleza.
Fuente: oem.com.mx