Publicar memes burlándonos de los antivacunas ejerce el efecto contrario al pretendido
Publicar memes ridiculizando los que se niegan a vacunarse para la COVID-19 es algo que se ha puesto de moda, como también los memes ridiculizando a los que están a favor de la vacuna.
Sin embargo, ni el objetivo real de estos memes es cambiar las opiniones de los demás, ni tampoco resultan muy eficaces (más bien producen el efecto contrario). En pocas palabras, es poco probable que publicar memes en las redes sociales cambie de opinión sobre la vacunación.
¿Por qué publicamos memes?
Dos décadas de investigación muestran que publicamos memes o cualquier otro contenido en las redes sociales por tres razones fundamentales:
- Para mostrar una imagen idealizada de nosotros mismos. Es decir, para vendernos en sociedad.
- Para mostrar y respaldar nuestras membresías en grupos, ya sea nuestra familia, un partido político o nuestro amor por un equipo deportivo (también si somos pro ciencia o anti ciencia).
- Llamar la atención y recibir feedback. Es una forma de llamar la atención y los “me gusta” de personas de ideas afines dentro del círculo de las redes sociales.
Influir en los demás y cambiar sus opiniones es la cuarta razón para publicar contenido en las redes sociales, pero es normalmente la que tiene menos importancia para nuestros fines. Además, esta cuarta razón solo puede ser eficaz en el subconjunto de personas que ejercen influencia en las redes sociales, ya sea porque son muy populares y tienen un gran número de seguidores en las redes sociales o porque son expertos en un campo en particular.
Para la mayoría de los usuarios de redes sociales las tres motivaciones principales son mucho más relevantes. Publicar un meme a favor de la vacuna es una forma de expresar públicamente el respaldo a la vacunación y todas las posturas políticas y sociales relacionadas asociadas a dicho apoyo.
Además, como ya sugiere la literatura científica al respecto, en general los intentos de persuadir a alguien con un punto de vista opuesto al nuestro endurece y polariza las actitudes existentes del objetivo. Ya no digamos si esos intentos están revestidos del sarcasmo de un meme.
En lo tocante a las vacunas, además, estamos en un escenario urgente donde hay exceso de información contradictoria. Podríamos intentar hacer pedagogía, tratar de informar a la gente, incluso intentar persuadirla con la mejor retórica posible. Sin embargo, si esto no funciona y tenemos prisa, sería como tratar de debatir con el pasaje de un avión sobre cómo proceder frente a una tormenta que se viene encima.
Finalmente, hemos de depositar nuestra confianza, en mayor o menor medida, en las decisiones del piloto (que pueden ser auditadas públicamente); y para lograrlo sin tropezar en el totalitarismo, quizá una estrategia más útil sería el llamado paternalismo libertario:
Fuente: xatakaciencia.com