El primer británico era negro y tenía los ojos azules
Un análisis del esqueleto de 10.000 años del hombre de Cheddar, considerado el primer británico, ha revelado que la pigmentación de su piel era de ‘oscura a negra’, el cabello rizado y los ojos azules.
El sorprendente descubrimiento, realizado por científicos de la University College de Londres (UCL) y el Natural History Museum, sugiere que la pigmentación más clara que ahora se considera una característica definitoria del norte de Europa es un fenómeno mucho más reciente.
El trabajo pionero fue llevado a cabo por un equipo de expertos en Evolución Humana y en ADN, y los principales modeladores prehistóricos del mundo, para un nuevo documental de Channel 4, ‘First Brit: Secrets of the 10,000 Year Old Man’.
«El perfil genético del Hombre de Cheddar lo ubica junto a otros europeos de la era Mesolítica de España, Hungría y Luxemburgo, cuyo ADN ya ha sido analizado. Estos cazadores-recolectores migraron a Europa al final de la última edad de hielo y el grupo incluyó a los antepasados del hombre de Cheddar», explicó en un comunicado el profesor Mark Thomas, del UCL, que estableció su apariencia a partir de los análisis de ADN.
Hoy en día, alrededor del 10% de la ascendencia británica indígena se puede vincular a esa población. El hombre de Cheddar fue desenterrado en 1903 en la cueva de Gough en Cheddar Gorge, Somerset, y ha sido un tema de constante misterio e intriga.
Durante más de 100 años, los científicos han tratado de revelar su historia, planteando teorías sobre cómo era, de dónde venía y qué podía decirnos sobre nuestros primeros ancestros.
Solo ahora, con una investigación líder en el mundo, la tecnologia de ADN de vanguardia y la reconstrucción facial podemos ver por primera vez el rostro de este hombre de 10.000 años, y preguntar cómo 300 generaciones más tarde se relaciona con nosotros hoy.
Para recolectar unos pocos miligramos de su polvo de hueso para su análisis, los científicos del antiguo laboratorio de ADN del Natural History Museum perforaron un pequeño agujero de 2 mm de ancho en el cráneo. Como el ADN estaba inusualmente bien conservado, posiblemente debido a las condiciones frías y estables en la cueva de piedra caliza, el equipo extrajo suficiente información genética para documentar la reconstrucción facial, así como otras características genéticas.
Los fabricantes de modelos, Adrie y Alfons Kennis, utilizaron un escáner de alta tecnología para reproducir el cráneo en detalles tridimensionales completos, realizándolo con rasgos faciales basados en los resultados de la investigación científica.
Fuente: europapress.com