Preparadores de astronautas recomiendan saltar en situación de confinamiento
Un estudio reciente financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA) concluye que dar saltos puede ser clave para que los astronautas mantengan la forma en situaciones de poco espacio, como por ejemplo, las futuras misiones a la Luna y Marte.
Este fácil y sencillo ejercicio podría aplicarse en los hogares, dada la situación de confinamiento general de la población para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
El ejercicio físico lleva hasta una cuarta parte del día de trabajo de un astronauta en la Estación Espacial Internacional (ISS). Cada astronauta tiene una rutina a medida, pero tradicional, de entrenamiento cardiovascular y de fuerza, con el objetivo de ayudarlos a mantener la función muscular, ósea y cardiaca durante muchos meses de vida en microgravedad.
Aunque este enfoque es efectivo, aún existe una variación en la respuesta de cada astronauta, según indica el líder del equipo de proyectos médicos y tecnología en el Centro Europeo de Astronautas de la ESA, Jonathan Scott.
Por eso, junto con sus colegas de la ESA, Tobias Weber y David Green, se interesó en cómo otras técnicas de entrenamiento, como el entrenamiento de intervalos de alta intensidad HIIT y la pliometría, podrían aplicarse en el espacio.
Así, 52 autores de 31 instituciones recopilaron conocimiento de la fisiología del ejercicio y examinaron cómo esto podría aplicarse para que los entrenamientos espaciales fuesen aún más eficaces y eficientes.
El documento destacó la efectividad del salto para contrarrestar los efectos del reposo prolongado en la Tierra, algo que Scott describe como «una de las actividades más antiguas del mundo».
«Cuando se trata de saltar, no hay nada nuevo o inteligente, pero los datos de un reciente estudio de reposo en cama muestran que este tipo de ejercicio puede ser notablemente efectivo a pesar de no tomar mucho tiempo y ser relativamente simple», explica Scott.
Los programas de ejercicio tradicionales combinan ejercicio aeróbico como ciclismo y carrera con entrenamiento de fuerza. Pero Scott dice que los sistemas musculoesqueléticos y cardiopulmonares del ser humano no conocen la diferencia entre las dos formas, pues solo responden al estrés mecánico y metabólico.
«El salto parece proporcionar el nivel adecuado de estímulo para muchos sistemas diferentes –asegura–. Si lo reducimos a lo que es esencial para futuras misiones, este ejercicio apunta a las áreas requeridas para mantenerse físicamente saludable mientras aborda los desafíos que enfrentamos, como la falta de tiempo, la falta de espacio y menos acceso al equipo».
Los astronautas también tienden a perder peso en el espacio. Muchos pierden el apetito y comen menos, pero mantienen una rutina de ejercicio intensiva. Reducir la cantidad de energía gastada a través del ejercicio podría ayudar a combatir esta pérdida de peso y reducir la cantidad de comida que los astronautas deben llevar consigo, un aspecto importante para futuras misiones donde cada kilogramo de carga cuenta.
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Si bien el salto muestra una promesa real, se necesita más investigación para comprender la forma óptima. Cualquier transición a un nuevo tipo de ejercicio también requerirá equipo nuevo o adaptado.
Danish Aerospace Company está desarrollando una nueva máquina de ejercicios multifunción, llamada E4D. Se espera que un modelo de vuelo esté listo para su uso durante las misiones de vuelo espacial en 2021.
Aunque E4D ha sido diseñado con el enfoque de ejercicio existente en mente, Scott comenta que también podría probar formas alternativas de ejercicio en el espacio.
«Aunque vemos que los protocolos HIIT son efectivos, también sabemos que no son populares porque son más intensos y no son el tipo de ejercicio que esperarías hacer durante meses», dice Scott. «Estamos viendo cómo se podrían incorporar nuevos conceptos de ejercicio junto con el ejercicio tradicional», aclara.
Green agrega que el equipo está apoyando el desarrollo de equipos para saltar en microgravedad, sin embargo, dos preguntas clave deben responderse primero: ¿pueden las personas realizar con seguridad acciones de salto en microgravedad, y puede hacerse sin pasar vibraciones a la estructura de una nave espacial?
Dar saltos en casa durante el confinamiento
Al abordar las restricciones que muchos enfrentan actualmente como parte de las precauciones para evitar la propagación del COVID-19, Weber sugiere «una dosis diaria de saltar a la comba de la vieja escuela».
«Este ejercicio simple puede proporcionar una forma divertida pero efectiva de ayudar a mantener en forma nuestros sistemas musculoesqueléticos y cardiopulmonares, incluso cuando están atrapados en un espacio muy confinado durante meses», propone.
Fuente: europapress.es