Los científicos genetistas han estado interesados durante mucho tiempo en cómo el Homo sapiens perdió su pelaje, pero ahora un nuevo estudio podría dar una pista
Los científicos genetistas han estado interesados durante mucho tiempo en cómo el Homo sapiens perdió su pelaje, y ahora, un nuevo estudio, publicado en eLife, podría dar una pista.
El estudio ha ido en busca de la base genética de nuestra calvicie corporal y descubrió que en realidad todavía tenemos el conjunto completo de genes necesarios para el pelaje, sin embargo, “han sido silenciados”.
En busca de la raíz de toda falta de pelo, los investigadores del nuevo estudio realizaron un análisis único en su tipo, observando los códigos genéticos de 62 mamíferos para ver qué segmentos del genoma parecían ser cruciales para una “esponjosidad óptima”.
Además de marcar genes que se sabe que influyen en el crecimiento del cabello, el análisis encontró otros nuevos, así como cientos de elementos reguladores relacionados con el cabello, que influyen en la expresión génica.
Aquí, el fenotipo de un animal puede verse influenciado por la “epigenética” (estudio de los cambios que activan o inactivan los genes sin cambiar la secuencia del ADN), sino por elementos reguladores que actúan sobre su expresión.
Puede explicar porqué algunos animales pueden tener los genes para un determinado fenotipo, como los humanos que tienen los genes para un cuerpo completo de cabello, pero en cambio expresan uno diferente, como nosotros y nuestra relativa desnudez.
Los genes y los elementos reguladores identificados en el estudio codifican todos los aspectos del crecimiento del cabello, desde la forma del tallo hasta el patrón de desarrollo. Es importante destacar que los investigadores pudieron identificar regiones genómicas relacionadas con el crecimiento del cabello que habían evolucionado a un ritmo más rápido o más lento, lo que llevó a posibles explicaciones de cómo y cuándo algunos mamíferos dejaron de tener pelo.
En los mamíferos, hay diversos grados de falta de pelo. Se podría pensar que los humanos son bastante calvos, hasta que uno mira, por ejemplo, a los delfines.
Tal evolución convergente puede ser impulsada por elementos reguladores que desactivan genes en grupos dispares de animales, que es lo que buscaban los investigadores cuando realizaron este estudio.
Usando un enfoque computacional, identificaron genes compartidos en mamíferos que evolucionaron para no tener pelo y encontraron que las regiones que anteriormente eran responsables de la brotación del pelaje estaban acumulando mutaciones a diferentes velocidades en comparación con sus parientes difusos.
Fuente: eldiariony.com