¿Por qué los gatos pueden meterse en cualquier lugar? La ciencia detrás de su sorprendente flexibilidad
Aunque los gatos pueden moverse fácilmente en espacios pequeños, los especialistas aconsejan que los dueños no los pongan a prueba solo por curiosidad o entretenimiento
Los felinos tienen una habilidad casi mágica para infiltrarse en los espacios más reducidos, dejando perplejos a sus dueños por su capacidad para convertirse en pequeños “contorsionistas”.
Desde deslizarse por debajo de las puertas con facilidad, introducirse cómodamente en jarrones o peceras redondas o hallar refugio debajo de los sillones con aparente despreocupación, esta habilidad les permite habitar el espacio de una forma diferente.
Esta sorprendente destreza tiene su explicación en la ciencia, donde el estudio de la anatomía felina revela los secretos detrás de su extraordinaria flexibilidad.
Una extraña habilidad
El etólogo húngaro Péter Pongrácz realizó una investigación para explicar esta característica de los felinos. Después de varios intentos, alrededor de treinta gatos participaron en un experimento dirigido por Pongrácz.
Éste había bloqueado la parte inferior de una puerta con cartón, dejando solo un agujero rectangular para que los felinos intentaran pasar. Para motivarlos, pedía a los dueños que llamaran a sus mascotas utilizando golosinas o juguetes, explica el artículo ¿Por qué los gatos los gatos logran pasar por espacios imposibles? publicado en Gaceta UNAM.
Cuando el hueco era lo suficientemente amplio atravesaban sin problema. Sin embargo, a medida que el espacio se hacía más pequeño, comenzaban a dudar. A pesar de esto, tras una fase de prueba y error, lograron atravesar el espacio, incluso cuando era apenas la mitad del tamaño de sus cuerpos.
El especialista explicó que su anatomía podía adaptarse para entrar a espacios pequeños. “La columna de ellos es muy diferente a la nuestra. Nosotros tenemos 33 vértebras, los perros 36 y ellos 53. Eso les permite ser muy flexibles, e incluso dar una vuelta de 180° sin problema”, comentó Claudia Edwards Patiño, profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) al respecto de la investigación.
“Son menos rígidos que nosotros y, por esta razón, son capaces de ‘moldearse’ a los lugares”, agregó.
Estos animales tienen una estructura en la parte delantera de su cuerpo que es diferente a la de los humanos. En las personas, esta zona está formada por los omóplatos y la clavícula, lo que crea un soporte rígido para los músculos del brazo.
En cambio, en los gatos, la clavícula es muy pequeña, lo que les da una gran libertad de movimiento y les permite ser más flexibles que nosotros.
Además tienen la habilidad de sentir el tamaño de un espacio u objeto usando sus bigotes. De acuerdo con la página especializada en animales, Purina, los bigotes son muy versátiles y funcionan principalmente como una herramienta sensorial.
Están conectados a muchos nervios, lo que les hace muy sensibles. La punta actúa como un sensor especial que detecta el entorno. Gracias a esto, los bigotes pueden sentir vibraciones y cambios alrededor, siendo como un sentido extra que ayuda a los gatos a comprender el mundo, incluyendo el tamaño de los espacios por los que intentan pasar.
Cuidados para una creatura flexible
Aunque es un hecho que nuestras mascotas pueden pasar por lugares muy pequeños, la especialista de la facultad de Veterinaria recomienda a los dueños de gatos no forzarlos a pasar por espacios muy pequeños o participar en situaciones arriesgadas. Es importante evaluar las áreas peligrosas en el hogar, especialmente si hay gatitos.
Destacó que en redes sociales se ha popularizado una tendencia que busca demostrar que los gatos siempre caen sobre sus cuatro patas. Sin embargo, considera que esta práctica se considera cruel, ya que someter a los gatos a este tipo de pruebas es innecesario y puede causarles lesiones.
Los gatos utilizan estas habilidades para su supervivencia, no para ser objetos de demostración o hacerse virales.
“Si queremos observar sus habilidades, debemos permitirles usarlas de forma espontánea, sin forzarlos. Los gatos no están para complacernos”, concluyó.
Fuente: infobae.com