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Por qué esta es una de las fotografías más trágicas y emotivas de la historia de la ciencia

La foto pretendía ser una broma, pero cinco meses después se convirtió en una tragedia. Era la misión AS-204 de la NASA, pero cambió en su honor al nombre que estos tres astronautas eligieron: Apolo 1.

La fotografía fue tomada el 19 de agosto de 1966. De izquierda a derecha podemos ver a los astronautas Edward H. White II, Virgil I. «Gus» Grissom, y al piloto de ese módulo lunar, Roger B. Chaffee.

Los tres aparentan rezar para pedir protección ante una pequeña maqueta de un módulo lunar. Le regalaron la foto al jefe del programa espacial, Joseph F. Shea, con esta frase: «No es que no confiamos en ti, Joe, pero esta vez hemos decidido ir por encima de tu cabeza (directamente a Dios)».

Apenas 5 meses después, los tres astronautas morirían calcinados dentro del modelo real de ese módulo lunar en miniatura.

¿Qué es lo que ocurrió?

Todo comenzó en enero de 1966, cuando la NASA seleccionó a los tres tripulantes de la que sería la primera misión tripulada del Programa Apolo, cuyo objetivo final era poner al primer ser humano en la Luna.

El comandante Virgil I. «Gus» Grissom, el piloto del módulo de mando Edward H. White II, y el piloto del módulo lunar Roger B. Chaffee, comenzaron una serie de pruebas que culminarían el 21 de febrero de 1967.

El objetivo de la misión Apolo 1 era poner en órbita el módulo de mando, así como el sistema de lanzamiento del cohete que viajaría a la Luna.

Como es lógico, antes de ese lanzamiento se llevaron a cabo pruebas en laboratorio, o dentro de una piscina, para simular la gravedad cero.

Durante estos ensayos, los astronautas mostraron su preocupación por la gran cantidad de material inflamable, como red de nylon y velcro, que había en el interior del módulo lunar.

Los ingenieros les dijeron que era necesario para sujetar las herramientas y utensilios en gravedad cero. Pero el módulo estaba lleno de cables y circuitos, y cualquier chispa podría provocar un incendio dentro de módulo.

Para comunicar al jefe del Programa Apolo su preocupación, los tres astronautas le entregaron la ya histórica foto que puedes ver en la apertura de la noticia.

Trágicamente, los temores de la tripulación se convirtieron en realidad. El 27 de enero de 1967, durante una prueba en Cabo Cañaveral, se produjo un incendio en el interior del módulo, con los tres astronautas dentro.

Alimentado por el oxígeno puro del interior de la cabina, los materiales inflamables convirtieron el reducido espacio en un infierno.

Los gritos apenas duraron un minuto. Los operarios tardaron 5 minutos en abrir las tres escotillas, mientras veían por la ventanilla cómo los astronautas se quemaban en el interior.

Grissom yacía en el suelo, el único que pudo liberarse del cinturón de seguridad. Sus compañeros permanecían sentados, pero tardaron 90 minutos en sacarlos: sus trajes se habían derretido.

Edward H. White II, Virgil I. Grissom, y Roger B. Chaffee se convirtieron en los tres primeros héroes caídos en la carrera espacial por llegar a la Luna. No fueron los últimos. Un total de 17 astronautas, tanto norteamericanos como soviéticos, fallecieron entre 1967 y 1971, casi todos en misiones de entrenamiento o accidentes.

El 1 de de agosto de 1971 el astronauta de la misión Apolo 15, David Scott, les rindió homenaje colocando una sencilla figura de una astronauta caído y una placa con la lista de fallecidos, en Mons Hadley, un macizo montañoso de la Luna:

Es la primera y única obra artística que hay en la Luna.

Y también un recordatorio de que viajar al espacio es mucho más peligroso que esas espectaculares escenas de despegues y acrobacias en gravedad cero que nos muestran en televisión.

Toda la suerte del mundo para todos los astronautas que viajarán a la Luna y a Marte en los próximos años…

Fuente: computerhoy.com