Podríamos vivir atrapados en el pasado: científicos confirman que uno de nuestros sentidos nos está fallando
Un nuevo estudio revela que lo que percibimos visualmente no es el presente exacto, sino un promedio de lo que vimos en los últimos 15 segundos
En un artículo publicado en Science Advances, científicos de la Universidad de Aberdeen y la Universidad de California describen una nueva «ilusión visual» que podría ayudarnos a entender cómo suavizamos lo que vemos con el tiempo.
Según explican en The Conversation, «en lugar de analizar cada imagen visual por separado, lo que percibimos en un momento dado es un promedio de lo que vimos en los últimos 15 segundos».
De este modo, nuestro cerebro agrupa los objetos para que parezcan más parecidos entre sí, engañándonos para que percibamos un entorno más estable.
Esta tendencia a «vivir en el pasado» podría explicar por qué no advertimos cambios sutiles que ocurren con el tiempo.
¿Cómo logra el cerebro estabilizar lo que vemos, a pesar del caos visual?
La llamada «ilusión de estabilidad visual» describe cómo nuestro cerebro suaviza lo que percibimos para evitar que todo parezca caótico.
Aunque nuestros ojos se mueven constantemente para fijarse en objetos distantes, no notamos esos movimientos. Los científicos explican que las imágenes que llegan a la retina fluctúan por múltiples factores: desde el movimiento ocular, oclusiones y cambios de luz, hasta variaciones en la perspectiva.
Sin embargo, pese a este «ruido visual», percibimos los objetos como estables y coherentes. Para explicar este fenómeno, existen teorías como la ceguera al cambio (no notar modificaciones visuales) y la ceguera por falta de atención (ignorar estímulos visibles cuando la atención está en otra parte).
Estas ideas influeyeron incluso en el desarrollo de tecnologías de estabilización de video. Pero los investigadores del estudio reciente se centraron en otra hipótesis: la dependencia en serie.
La dependencia en serie: la clave detrás de una percepción más fluida
Según esta teoría, el cerebro tiende a interpretar lo que ve en el presente como más parecido a lo que vio recientemente.
Es decir, no analizamos cada fotograma como algo totalmente nuevo, sino que lo promediamos con los anteriores, generando una sensación de continuidad.
Esto reduce el «ruido visual» y suaviza la experiencia perceptiva, aunque implique una leve distorsión de la realidad.
Para comprobar esta hipótesis, los investigadores diseñaron un experimento con imágenes que mostraban un rostro transformándose lentamente de joven a viejo (y viceversa).
Si el cerebro «se aferra» a un pasado inmediato, debería haber un retraso en la percepción del cambio de edad del rostro. Y eso fue lo que observaron: incluso con retrasos de hasta 15 segundos, las personas seguían viendo una versión «promediada» del rostro.
Este descubrimiento sugiere que el cerebro no solo estabiliza lo que vemos en tiempo real, sino que mantiene una ventana de estabilidad perceptiva de hasta 15 segundos.
Así que, si alguna vez tu video casero parece inestable, recuerda: tu cerebro está haciendo lo imposible para que el mundo siga viéndose fluido.
Fuente: cronista.com