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¡Pioneras científicas! ADN de las primeras mujeres en la ciencia de México

Nunca se cuestionaron si debían elegir entre la maternidad y la ciencia; para ellas, ambas facetas eran posibles

Si la ciencia en México tuviera un ADN, en su código estarían los nombres de las mujeres que abrieron camino: Ana María Cetto, Feggy Ostrosky y Esmeralda Matute.

Como pioneras con doctorado en el mundo de la ciencia, donde la excelencia es la meta y la investigación la guía, estas mexicanas han desafiado las barreras de género y las expectativas sociales.

Ana María Cetto

Ana María Cetto estudió la maestría en Física en Harvard durante la época de la Guerra de Vietnam y se convirtió en la primera mujer en ser directora general adjunta del Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU.

Feggy Ostrosky

Feggy Ostrosky es una referencia en la neurobiología de la violencia y en el estudio de asesinos seriales en México.

Esmeralda Matute

La investigación de Esmeralda Matute sobre el Alzheimer de Inicio Temprano en los Altos de Jalisco ha sido reconocida a nivel mundial.

Nunca se cuestionaron si debían elegir entre la maternidad y la ciencia; para ellas, ambas facetas eran posibles.

Para ninguna fue fácil. Matute enfrentó burlas por su deseo de cursar un doctorado en los años 70.

A Cetto le cuestionaron en la ONU su capacidad para desempeñar cargos directivos por el hecho de ser mujer.

Mientras que Ostrosky experimentó la llamada «culpa materna», pues apenas cedía la fiebre de un hijo, debían subirse a un avión para asistir a un congreso.

Ana María Cetto: Rompiendo Barreras en la Física

Ana María Cetto fue la primera mujer en obtener un doctorado en Física por la UNAM.

Antes de ella, Fernando Alba Andrade fue el primer doctor en Física en México, y tuvieron que pasar casi 20 años para que una mujer alcanzara el mismo grado académico.

Desde pequeña, Cetto sentía una curiosidad insaciable por el mundo que la rodeaba. Durante su juventud, al revisar una guía universitaria, descubrió su pasión por la Geología. Como no existía esa licenciatura, optó por Física.

El ambiente en la Facultad de Ciencias de la UNAM era de camaradería, pero a medida que avanzaban los estudios, sus compañeras abandonaron las aulas. Cetto continuó y fue aceptada en Harvard, donde vivió una competencia feroz en medio de la convulsa época de la Guerra de Vietnam.

«Estaban reclutando a los estudiantes para enviarlos a pelear a Vietnam, lo que provocó un ambiente muy competitivo. No compartían conocimientos académicos porque sentían que al ayudar a otro alumno, ellos mismos corrían el riesgo de ser enviados a luchar», recordó Cetto en una entrevista con MILENIO.

El amor por su futuro esposo la trajo de vuelta a México, donde en 1971 se convirtió en la primera mujer en obtener un doctorado en Física en el país. También cumplió su sueño de ser madre de una hija.

«Nunca me lo cuestioné, pues siempre tuve claro que quería formar una familia, tener hijos y hacerlo compatible con mi profesión», comentó Cetto.

A lo largo de su carrera, ha luchado por la equidad de género en la ciencia y se desempeñó como la primera directora general adjunta del Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU.

«Cuando el director general propuso mi nombramiento a la Asamblea de Naciones Unidas, dijeron: ‘¿Cómo una mujer? ¿Usted cree que va a poder con ese cargo?’ Entonces él respondió: ‘No más conózcanla y verán que sí'», aseguró.

Feggy Ostrosky: Explorando la mente humana

Feggy Ostrosky revolucionó el estudio del cerebro en México y se convirtió en la primera mujer en obtener dos doctorados: uno en Estados Unidos y otro en Biomedicina por la UNAM.

Fuente: milenio.com