Perfecta, extraña y gigante: un telescopio apunta al espacio profundo y detecta una ‘esfera imposible’
La esfera se encuentra dentro de la Vía Láctea y tiene unas dimensiones que podrían alcanzar los 157 años luz de diámetro. Llevaría allí entre 1.000 y 10.000 años
Una estructura perfectamente esférica ha sido identificada en la Vía Láctea por un equipo internacional de astrofísicos. Lo que a primera vista parece el resultado típico de una explosión estelar, plantea en realidad múltiples interrogantes por su morfología y la falta de ciertos rasgos esperados.
El descubrimiento ha sido realizado por el radiotelescopio ASKAP, dentro del proyecto Evolutionary Map of the Universe (EMU), que busca cartografiar el cosmos a través de ondas de radio. El objeto ha sido bautizado como Teleios, un término que en griego antiguo significa ‘perfección’. Su forma casi circular y su emisión exclusiva en radiofrecuencia han despertado el interés de la comunidad científica.
Al frente de la investigación se encuentra Miroslav Filipović, astrofísico de la Universidad de Western Sídney, quien ha propuesto que podría tratarse del remanente de una supernova tipo Ia. Este fenómeno se produce cuando una enana blanca acumula materia de una estrella vecina hasta superar su masa crítica y colapsa. Sin embargo, hay un dato que desconcierta: no se ha detectado ningún tipo de radiación en rayos X.
El artículo con los resultados del estudio ya ha sido enviado a la revista Publications of the Astronomical Society of Australia y ya se encuentra disponible en la plataforma arXiv. El equipo considera que será imprescindible obtener observaciones más detalladas y de mayor resolución para esclarecer su verdadera naturaleza, aunque han tratado de explicar las posibles causas de esta rareza cósmica.
El enigma de la distancia complica su interpretación
Determinar a qué distancia se encuentra Teleios ha sido una de las principales dificultades. Las estimaciones actuales apuntan a dos opciones: 7.175 o 25.114 años luz. Dependiendo de cuál sea la correcta, la estructura podría tener entre 46 y 157 años luz de diámetro, y su edad oscilaría entre menos de mil años y más de diez mil.
La ausencia de rayos X, habitual en este tipo de explosiones, pone en duda el modelo estándar. Por ello, el equipo ha considerado también la hipótesis de que se trate de una supernova tipo Iax, una variante menos destructiva que podría haber dejado tras de sí una estrella remanente. Esta explicación exigiría que el objeto estuviese mucho más cerca, a unos 3.262 años luz, una distancia que, por ahora, no ha podido confirmarse con datos independientes.
Más allá de su origen, lo que más llama la atención es su geometría casi perfecta. Los remanentes de supernovas suelen mostrar contornos irregulares, alterados por las características del entorno o por la dinámica interna de la explosión. En este caso, sin embargo, Teleios parece haberse expandido en una región extraordinariamente homogénea, lo que explicaría su forma tan singular.
Los investigadores han señalado al respecto: «Hemos realizado una exploración exhaustiva del posible estado evolutivo de esta supernova en función de su brillo superficial, tamaño aparente y distancia». Añaden que «todos los escenarios tienen sus propios retos, sobre todo por la falta de emisión en rayos X que debería ser detectable según los modelos actuales».
Fuente: elconfidencial.com