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Organismos de 830 millones de años de antigüedad podrían volver a estar vivos

Se han conservado en diminutas bolsas de líquido, más pequeñas que el ancho de un cabello humano

Antiguos cristales de sal en Australia Central contienen microorganismos que quedaron atrapados hace 830 millones de años: según un nuevo estudio, es posible que los organismos australianos aún estén vivos. Los hallazgos podrían usarse para buscar alienígenas ancestrales: los organismos se encontraron en un entorno similar al que probablemente existió en el antiguo Marte.

Una nueva investigación publicada recientemente en la revista Geology ha identificado microorganismos que vivieron hace casi mil millones de años en Australia, en zonas dominadas por un ambiente acuático y salado. “Eternizados” en depósitos de sal, los representantes de la vida ancestral terrestre se encuentran protegidos en diminutas bolsas de líquido: los científicos creen que si se pudiera extraerlos de la forma adecuada quizás se comprobaría que aún están vivos.

Los investigadores descubrieron esta vida antigua al observar los cristales de sal con microscopía de luz, y por lo tanto no perturbaron las bolsas de líquido. En consecuencia, se desconoce el estado de los microorganismos, aunque los científicos afirmaron que anteriormente lograron “resucitar” microorganismos primitivos que se encontraban en cristales de sal, pero en ese caso con una antigüedad de 250 millones de años.

Introducirse con sutileza en el pasado

En los estudios previos, los especialistas extrajeron los fluidos encerrados dentro de los cristales con una jeringa, o trituraron y disolvieron los cristales para acceder a los microorganismos. Sin embargo, este método puede complicar la identificación precisa de la edad de los microorganismos dentro de las bolsas de líquido.

Por ejemplo, algunas bolsas de líquido se crean inmediatamente cuando el cristal de sal toma forma, lo que significa que cualquier cosa atrapada dentro de ellas tiene la misma edad que el cristal. Sin embargo, más tarde también se forman otras bolsas, a medida que se “rellenan” los pliegues o fracturas en el cristal con el paso del tiempo. Cuando se tritura el cristal para investigar su interior, es difícil asegurar cuándo se formó cada bolsa de líquido descubierta, si en un principio o posteriormente.

En este caso, los científicos se concentraron en la Formación Browne de Australia central, que luego de 830 millones de años de actividad biológica concentra sólidos y líquidos orgánicos. Estos objetos son consistentes en tamaño, forma y respuesta a la luz con las características de las células de procariotas y eucariotas y con compuestos orgánicos de diferente procedencia.

Cristales de sal que preservan la vida

Lo más trascendente es que este descubrimiento confirma que los microorganismos presentes en ambientes de depósitos salinos pueden permanecer bien conservados en halita (cristales de sal) durante cientos de millones de años, y que además pueden detectarse in situ solo con métodos ópticos. Se denomina halita o sal de roca a un mineral sedimentario, una variedad de sal que es la forma mineral del cloruro de sodio y conforma cristales isométricos.

Según un artículo publicado en Live Science, este estudio podría tener implicaciones para la búsqueda de vida en rocas sedimentarias químicas, tanto terrestres como extraterrestres: con respecto a la posibilidad de hallar vida ancestral extraterrestre, los investigadores resaltaron que la Formación Browne posee características similares a las que presentaba el planeta Marte al momento de su formación.

Fuente: Tendencias21