Nueva tecnología puede detectar el ADN en el aire: permite rastrear fauna, enfermedades… y a humanos
Un estudio publicado en la revista Nature Ecology & Evolution demuestra el potencial de las nuevas herramientas de detección de ADN aerotransportadas, es decir, que pueden identificar material genético en el aire.
Un equipo de investigadores logró identificar desde linces hasta mosquitos, pasando por águilas pescadoras y perfiles genéticos humanos, a partir del análisis de diminutas partículas suspendidas en la atmósfera. Todo sin contacto directo, sin cámaras y sin observación física.
Para ello emplearon una técnica avanzada conocida como secuenciación de ADN de escopeta, que permite capturar y decodificar grandes cantidades de material genético ambiental.
Las muestras fueron recolectadas en un parque del estado de Florida y en el centro urbano de Dublín, revelando un panorama completo y detallado de los organismos presentes en cada entorno: fauna silvestre, patógenos y secuencias genéticas humanas que incluso permitieron inferir ascendencias geográficas.
¿Para qué sirve detectar el ADN en el aire?
Francisco Cubillos, investigador del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), que no participó del estudio, explicó que se trata de un avance significativo que abre nuevas posibilidades para la ciencia ambiental.
“Estamos viendo el comienzo de una nueva era en el monitoreo ecológico. Esta tecnología permite detectar especies invasoras, brotes infecciosos o cambios en la biodiversidad a partir del aire. Pero también nos obliga a reflexionar sobre los límites éticos de su uso”, señaló.
El enfoque técnico e innovador de este estudio, combina tecnologías de secuenciación de tercera generación con una estrategia de análisis a gran escala.
“Hoy sabemos que ciertos organismos pueden emerger y desencadenar pandemias, por lo tanto, es fundamental vigilar su presencia en el entorno, incluso en espacios urbanos. Lo que hace innovadora esta investigación es que toma todo el ADN ambiental y secuencia fragmentos largos utilizando esta tecnología, lo que permite una reconstrucción detallada de qué organismos están presentes, qué genes contienen y desde qué especies provienen“, explicó.
Asimismo, añadió que “esto no solo mejora la detección temprana de potenciales patógenos en el aire, sino que también puede aplicarse en otros medios, como suelos, cuerpos de agua o superficies, que podrían actuar como reservorios de microorganismos con capacidad de afectar la salud humana en el futuro”, explicó.
El desarrollo de esta herramienta ha sido posible gracias a los secuenciadores de nanoporos, dispositivos portátiles del tamaño de una caja de fósforos, capaces de leer miles de millones de fragmentos de ADN en pocas horas. Lo que antes requería costosos laboratorios, hoy se puede realizar de forma rápida y asequible en terreno.
La posibilidad de capturar ADN flotante puede parecer propia de la ciencia ficción. Sin embargo, como advirtió Cubillos, “cuando es posible recolectar ADN humano sin que las personas lo sepan, el debate deja de ser solamente científico. También es social, político y profundamente valórico”.
Este estudio posiciona la secuenciación ambiental como una herramienta poderosa para el monitoreo de ecosistemas, con aplicaciones potenciales en salud pública, conservación y vigilancia de enfermedades. Pero también subraya la importancia de avanzar con responsabilidad y dentro de un marco ético claro.
Fuente: biobiochile.cl