CienciaDestacada

No es el reloj: esta es la razón por la que ahora sale más temprano el Sol

La salida del Sol en el hemisferio norte ocurre más temprano en primavera y verano debido a la inclinación del eje terrestre y el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol.

Esta variación responde a factores astronómicos que influyen en la cantidad de luz solar que recibe cada hemisferio en distintos momentos del año.

La Tierra está inclinada unos 23.5 grados sobre su eje, según información confirmada por UNAM global. A medida que se desplaza en su órbita anual, esta inclinación determina cómo inciden los rayos solares sobre el hemisferio norte y sur. En los meses de invierno, como noviembre y diciembre, el hemisferio norte está inclinado lejos del Sol. Por ello, la luz solar tarda más en alcanzar el horizonte, y el amanecer se da más tarde.

En cambio, en primavera y verano, el hemisferio norte se inclina hacia el Sol. Como resultado, hay más horas de luz diurna y el Sol aparece más temprano por el horizonte. Esto explica por qué en mayo se registra un amanecer incluso antes de las 6:00 a.m. en lugares como la Ciudad de México (CDMX).

Comparación de la hora del amanecer en CDMX

De acuerdo con la información anterior y con registros astronómicos, el amanecer en CDMX presenta una diferencia de casi una hora entre noviembre y mayo:

  • 15 de noviembre: salida del Sol entre las 6:40 a.m. y 6:50 a.m.
  • 15 de mayo: salida del Sol entre las 5:55 a.m. y 6:00 a.m.

Esta variación ocurre de forma natural, sin intervención humana. Aunque anteriormente el horario de verano modificaba la percepción del amanecer, actualmente el cambio en la salida del Sol es únicamente resultado del ciclo solar estacional.

Más luz solar no implica más calor

Un fenómeno importante es que el aumento en la luz solar no siempre coincide con el aumento de temperatura. En el solsticio de verano, el hemisferio norte recibe más radiación solar que en cualquier otro día del año, pero los días más calurosos suelen presentarse hasta julio o agosto.

Esto ocurre porque la atmósfera y los océanos del planeta funcionan como reguladores térmicos. La energía solar absorbida se libera lentamente con el tiempo, lo que provoca un desfase entre la mayor exposición solar y las temperaturas más altas.

La distancia de la Tierra al Sol no determina las estaciones

Contrario a la creencia común, durante el verano del hemisferio norte la Tierra se encuentra en realidad más lejos del Sol. Lo que genera las estaciones del año es la inclinación del eje terrestre, no la cercanía al astro.

Esta inclinación cambia la posición aparente del Sol en el cielo, afectando la duración del día y la intensidad con la que incide la luz solar sobre cada región del planeta.

Celebraciones por el solsticio de verano

Diversas culturas han observado y conmemorado el solsticio de verano, aprovechando su significado astronómico. Los antiguos egipcios alinearon sus pirámides para marcar la posición del Sol durante ese día. En América, los incas realizaban el Inti Raymi, una ceremonia dedicada al Sol.

Además, arqueólogos han hallado observatorios mayas diseñados para alinearse con el Sol en los solsticios, lo que muestra el profundo vínculo entre las civilizaciones y los ciclos solares.

Fuente: unotv.com