NFT y Beeple: la extraordinaria subasta por US$69 millones de una obra de arte que no existe en la vida real
Una pieza de arte que no existe en el mundo físico: la primera subasta de una obra de arte puramente digital fue realizada por la casa Christie’s este jueves y cerró con la venta por US$69 millones de una pieza del artista Mike Winkelmann, conocido como Beeple.
La obra fue vendida como una NFT, la última moda tecnológica que ha ganado popularidad en semanas recientes.
Los NFT o «token no fungible» son identificadores únicos de propiedad para objetos no físicos, como es el caso del arte digital.
Beeple crea una nueva pieza de arte digital diariamente y vendió los primeros 5.000 días (13 años) de su trabajo.
La venta ubica a Beeple «entre los tres artistas vivos más cotizados», indicó Christie’s.
La empresa informó que es la primera obra de arte bajo NFT vendida por una casa de subastas «grande», y que estableció un nuevo récord en el arte digital.
Christie’s dijo en su sitio web que el NFT era una garantía de la autenticidad de la pieza y que habían aceptado criptomonedas como modo de pago.
La colección es un collage de miles de imágenes individuales que Beeple, un diseñador gráfico estadounidense, empezó a hacer diariamente desde principios de 2007.
Muchas de las piezas individuales son surrealistas o inquietantes, y el artista usa una variedad de programas artísticos y técnicas digitales.
La subasta había llamado la atención en los días previos a la venta, con las apuestas superando los US$10 millones a principio de semana.
Pero en el último día de la subasta, aumentó al exorbitante precio final de US$69.346.250.
Christie’s le dijo a la agencia AFP que un número récord de 22 millones de personas vieron los momentos finales de la subasta durante una transmisión en directo y por internet.
Beeple respondió a la venta tuiteando una serie de improperios.
La obra «será entregada directamente de Beeple al comprador, acompañada de un NFT único y encriptado», indicó Christie’s.
Críticos de los tokens digitales advierten del impacto medioambiental que generan debido a que están almacenados en un blockchain (cadena de bloques), un proceso similar al de las criptomonedas como bitcoin y ethereum.
Otros han sugerido que su actual popularidad es una burbuja de inversiones.
Pero los tokens únicos permiten que se asigne valor al arte digital, y pueden venderse e intercambiarse de manera similar al arte físico como forma de inversión.
«El arte digital tiene una historia que se remonta a la década de 1960. Pero la facilidad para la duplicación hacía casi imposible asignar procedencia y valor al medio», explica Christie’s en su sitio web.
Los NFT han adquirido impulso en las últimas semanas. La cantante Grimes vendió una colección de sus obras de arte digital por más de US$6 millones a principio de mes, mientras que el fundador de Twitter puso a la venta su primer tuit, con un precio inicial de US$2,5 millones.
En uno de los casos más controvertidos, un grupo de personas quemó una obra original de Bansky antes de poner a la venta como digital por US$380.000.
Fuente: BBC