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Neuralink detecta una falla en el chip implantado en su primer paciente humano

La compañía de Elon Musk no ha dado una explicación oficial. La alteración no sugiere riesgos graves para la salud del paciente, pero aviva las dudas sobre la seguridad en los procedimientos de la empresa

Neuralink ha identificado un problema en el chip implantado en su primer paciente humano. La compañía informó que la falla solo afecta el rendimiento de la interfaz. El incidente genera interrogantes sobre la fiabilidad de los procesos y la tecnología de la empresa de Elon Musk.

Noland Arbaugh quedó tetrapléjico en 2016 a causa de un accidente de buceo. A finales de enero, se convirtió en el primer humano en recibir la interfaz cerebro-computadora de Neuralink, conocida como Telepathy. Tras la cirugía y un programa de entrenamiento, ha podido manejar una computadora portátil a través de indicaciones mentales. “Noland juega en línea con amigos, navega por internet, transmite en vivo y usa otras aplicaciones en su MacBook, todo controlando un cursor con su mente”, informa la compañía.

Telepathy es un implante conformado por una serie de semiconductores y componentes eléctricos avanzados que son capaces de procesar señales neuronales y transmitirlas de forma inalámbrica a la aplicación de Neuralink. El software opera como un traductor que las convierte en acciones predefinidas. La interfaz neuronal registra la actividad de su portador a través de 1,024 electrodos distribuidos en 64 hilos ultrafinos y altamente flexibles que garantizan un menor daño durante la implantación.

El implante de Neuralink se desconecta

Los ingenieros de la empresa detectaron a finales de febrero que el chip comenzó a capturar menos datos, lo que provocó un descenso en la velocidad de respuesta y rendimiento de la interfaz. Explicaron que “varios hilos del chip se retrajeron del cerebro. Esto resultó en una disminución neta en la cantidad de electrodos efectivos” y en una reducción de los bits por segundo (BPS), medida que cuantifica la rapidez y precisión con la que el paciente puede mover el cursor en una pantalla utilizando solo sus pensamientos.

Neuralink no dio una explicación oficial sobre el problema. Un informe de The Wall Street Journal afirma que los científicos de la startup plantearon un normocéfalo como posible causa del problema. La condición sugiere una acumulación de aire en la cavidad craneal habitualmente provocada por una lesión traumática o una intervención quirúrgica. Sin embargo, la alteración no supone riesgos graves para la salud del paciente.

Los científicos de la compañía de Elon Musk se limitaron a realizar ajustes para recuperar el rendimiento del chip. “Modificamos el algoritmos de procesamiento para que fuera más sensible a las señales neuronales, mejoramos las técnicas para traducir estas indicaciones en movimientos del cursor y optimizamos la interfaz de usuario. Estos refinamientos produjeron una mejora rápida y sostenida en los BPS”.

El equipo de desarrollo asegura que esta falla les ha permitido encontrar áreas de oportunidad para perfeccionar sus procedimientos y desarrollar aún más su tecnología. Sus esfuerzos actuales están enfocados “en llevar el rendimiento del control del cursor al mismo nivel que el visto en personas sanas y en ampliar la funcionalidad para incluir la entrada de texto”. Esto último permitiría a los usuarios generar texto mediante sus pensamientos.

Neuralink se ha fijado el objetivo de implantar su dispositivo a 10 personas este año. Sus soluciones se han centrado en un amplio espectro de usos médicos. La compañía no ha descartado su utilización con fines de entretenimiento y productividad.

El potencial de la tecnología ha despertado el interés de los inversionistas. En noviembre pasado, obtuvo una nueva ronda de capital de riesgo por 43 millones de dólares para alcanzar un financiamiento neto de 323 millones. Pese al entusiasmo, la propuesta ha sido objeto de fuertes críticas desatadas por las primeras pruebas del hardware en monos. Los ensayos clínicos pusieron en duda la seguridad de los implantes y la ética de la empresa.

Fuente: es.wired.com