Los acontecimientos que jalonan la historia de la humanidad no saben, digámoslo así, de calendarios, y pueden ocurrir en cualquier fecha e incluso cuando menos los podríamos esperar. El 25 de diciembre, día de festividades religiosas desde el año 354 de la era común para el montón de confesiones cristianas que existen en la actualidad, también lo ha sido de unos cuantos acontecimientos relevantes, entre lo que no incluimos el nacimiento de Cristo o del Sol Invictus de la Antigua Roma porque, claro, se trata de personajes de la mitología religiosa y no forman parte de la historiografía como individuos de carne y hueso.

Para empezar, la coronación de Carlomagno como soberano del Imperio Carolingio tuvo lugar en Roma en la jornada de Navidad del año 800. Un terremoto devastador acabó con la vida de unas 30.000 personas en la localidad armenia de Dvin en el mismo día del año 893. Giovanni di Pietro Bernardone, más conocido como Francisco de Asís, montó el primer belén el 25 de diciembre de 1223 en Italia. Y en caso de hablar de nacimientos de personas reales y de importancia para nuestro devenir como especie, deberíamos mencionar, por ejemplo, a Vasco da Gama, el navegante portugués que vino al mundo en tal fecha de 1469 y fue el primero en comandar un viaje directo en barco de Europa a la India.

Como Cristóbal Colón comandaba la carabela Santa María y tuvo la mala pata de encallar en un banco de arena ante la isla que luego sería llamada La Española, repartida hoy entre la República Dominicana y Haití, durante su primera travesía hacia la ignorada América el 25 de diciembre de 1492, y con lo que quedó de ella se alzó el Fuerte Navidad, la primera construcción española en el Nuevo Mundo. Y, por su parte, el conquistador Pedro de Valdivia, fundador de la ciudad de Santiago de Chile, fue ejecutado tal día de 1553 después de que los mapuches, capitaneados por el guerraro Lautaro, les diesen para el pelo a los españoles en la Batalla de Tucapel durante las Guerras de Arauco, consideradas el conflicto bélico más largo de la historia.

El gran Isaac Newton, británico nacido en la Navidad de 1642, según el calendario juliano, se convirtió en un físico y matemático al que a menudo se señala como el científico más notable de todos los tiempos, enunciador de la ley de la gravitación universal y de las bases de la mecánica clásica, entre otras proezas. Y el 25 de diciembre de 1717, una marejada ciclónica como la que ya había provocado siglos antes el Gran Ahogamiento de Hombres se cernió de nuevo sobre las costas de Escandinavia, Alemania y los Países Bajos y masacró a unos 14.000 seres humanos.

El francés Claude Chappe, parido en la Navidad de 1763, fue el inventor del primer sistema de telecomunicaciones, de telegrafía óptica, verdaderamente práctico. La misma jornada de 1851 se inauguró el primer servicio de ferrocarril de toda Sudamérica en Santiago de Chile. El indio Muhammad Ali Jinnah, fundador de Pakistán, nació el 25 de diciembre de 1876. Al estadounidense Edward Johnson, socio de Thomas Alva Edison, se le ocurrió iluminar un árbol de Navidad con lámparas eléctricas en el día correspondiente de 1882. Y el célebre actor neoyorkino Humphrey Bogart vino al mundo el día de Navidad de 1899.

Como en 1906 el alemán Ernst Ruska, que diseñó el primer microscopio electrónico. Cerca de 70.000 personas fallecieron en tal fecha de 1932 por un terremoto en la provincia china de Gansu. El estadounidense Michael P. Anderson, uno de los astronautas que pereció en el accidente del transbordador Columbia en febrero de 2003, había nacido en el día de Navidad en 1959. En la misma jornada de 1968, el Apolo 8 orbitaba alrededor de la Luna y realizó por primera vez en el desarrollo de los viajes espaciales la maniobra de inyección trans-Tierra, un encendido hipergólico de varios minutos que coloca a las naves en una trayectoria de caída hacia nuestro planeta.

Un cineasta tan fundamental como el británico Charles Chaplin falleció el 25 de diciembre de 1977; el mismo día de 1989 que el infame dictador rumano Nicolae Ceaușescu fue fusilado de forma inmediata tras la caída de su régimen. Por otro lado, el británico Tim Berners-Lee y el belga Robert Cailliau procedieron el 25 de diciembre de 1990 con la primera y exitosa prueba de lo que llegaría a ser Internet tal como lo conocemos. Y el día de Navidad de 1991, Mijaíl Gorbachov dimitió de su cargo al frente de la Unión Soviética, la cual se desintegró. Veremos si el próximo acontecimiento histórico que suceda un día como hoy resulta tan positivo como este último, ya que dio carpetazo por fin a los calores de la Guerra Fría.

Fuente: hipertextual.com