NASA detecta potente erupción solar clase X; ¿es peligroso para la Tierra?
Perú monitorear los efectos que esta tormenta solar podría causar en la atmósfera terrestre y los campos magnéticos
El pasado miércoles 14 de mayo, a las 4:25 a. m. (hora del Este), el Sol emitió una potente llamarada solar, clasificada como X2.7, una de las más intensas dentro de la escala utilizada por los expertos.
El evento fue registrado por el Observatorio de Dinámica Solar de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), que monitorea constantemente la actividad solar.
Las llamaradas solares son explosiones de energía que pueden generar alteraciones electromagnéticas, afectando comunicaciones por radio, redes eléctricas, sistemas de navegación GPS, y representando un riesgo para naves espaciales y astronautas.
Ante este fenómeno, el Centro de Predicciones del Clima Espacial de la NOAA ofrece pronósticos, advertencias y alertas sobre sus posibles impactos.
La NASA, por su parte, continúa con su labor de investigación del clima espacial mediante una red de satélites que estudian la actividad solar y su interacción con el entorno terrestre.
Perú monitorea posibles impactos con el mayor radar ionosférico del mundo
En respuesta al evento solar, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) informó que está utilizando el radar ionosférico más grande del mundo, ubicado en Lurigancho-Chosica, para monitorear los efectos que esta tormenta solar, de aproximadamente un millón de kilómetros de diámetro, podría causar en la atmósfera terrestre y los campos magnéticos.
Según el IGP, los científicos de su Dirección de Geoespacio estarán en alerta permanente durante al menos cinco días, periodo en el que se espera que las ondas solares lleguen o rocen nuestro planeta.
Esta vigilancia permitirá generar valiosa información científica para instituciones nacionales e internacionales.
El organismo también advirtió que este tipo de eventos puede provocar auroras boreales y australes, así como interferencias en comunicaciones y sistemas satelitales, daños a satélites y redes eléctricas.
Esto ocurre en un contexto en el que el ciclo solar, que tiene una duración de 11 años, se encuentra actualmente en su fase de mayor actividad.
Perú, con su capacidad tecnológica en observación ionosférica, se posiciona como un actor importante en la vigilancia del clima espacial.
Fuente: reporteindigo.com