Mitos de la flor de nochebuena: ¿es tóxica para perros y gatos?
La planta es originaria de México y usualmente se coloca como decoración en las vísperas navideñas, donde los animales de compañía pueden morderlas al jugar con ellas
La flor de nochebuena es un símbolo distintivo de las celebraciones decembrinas en México y existen registros de su uso en rituales y ofrendas desde la época prehispánica. La doctora Laura Trejo Hernández, investigadora del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que la flor de nochebuena como la conocemos hoy, podría provenir de Taxco, en el Estado de Guerrero, pues su germoplasma ―es decir, el conjunto de genes de la planta― es muy similar al de la flor que se conoce en todo el mundo.
Tal es su importancia, que según cifras del Gobierno de la Ciudad de México, la producción anual de flores de nochebuena ha alcanzado los 21.5 millones de plantas, con un valor estimado de 902.74 millones. El 20% de toda la producción y comercialización ocurre en la Ciudad de México, y compite directamente con estados como Morelos, Michoacán o Puebla. Es una planta originaria de México, y usualmente se coloca en macetas para decorar los hogares en las vísperas navideñas, donde los animales de compañía pueden morderlas al jugar con ellas.
¿La flor de nochebuena es tóxica para perros y gatos?
De acuerdo con la doctora Trejo Hernández, la planta es tóxica para los animales de compañía, pero la intensidad de la reacción dependerá de la cantidad de flor de nochebuena que se ingiera. La planta contiene látex, una savia lechosa y blanquecina, con compuestos químicos como detergentes y ésteres de forbol que causan irritación. En los hogares, los animales de compañía pueden jugar con la planta e ingerirla por accidente. En la mayoría de los casos las reacciones no van más allá de irritación en las mucosas, en los ojos (por el contacto con el látex) y problemas gastrointestinales.
Un artículo de la Universidad de Ohio confirma esta premisa, pues señala que la nochebuena es ligeramente tóxica, y en realidad haría falta ingerir grandes cantidades de la planta para que se presenten síntomas de intoxicación. A modo de comparación, un niño de 22 kilogramos de peso tendría que comer más de 500 hojas de nochebuena para llegar a un nivel de intoxicación que le provoque daños al sistema nervioso central.
¿Qué hacer en caso de ingesta?
La flor de nochebuena no es una planta altamente tóxica, pero los especialistas coinciden en que es mejor mantener a los animales de compañía alejados de ella. La Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, señala que es importante colocar la planta lejos del alcance de los animales y acudir al veterinario en caso de ingesta.
Además se debe prestar atención a síntomas como vómitos, babeo o diarrea. La ingesta de la flor de nochebuena en pequeñas cantidades no es mortal, pero es importante acudir al veterinario para descartar si los síntomas se deben a algún otro padecimiento.
Fuente: elpais.com