Mayores de 70 años hacen esta combinación para retrasar el envejecimiento, ¿Qué dice la ciencia?
Un biogerontólogo destaca cómo ciertos hábitos y complementos nutricionales podrían cambiar la percepción del paso del tiempo en la salud
El envejecimiento es un proceso natural y complejo que implica transformaciones a nivel morfológico, fisiológico, bioquímico, social y psicológico a lo largo de la vida de un organismo. Estas modificaciones varían según factores genéticos y ambientales, influyendo en la calidad de vida a medida que avanzamos en edad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad la mayoría de las personas tiene una esperanza de vida de al menos 60 años. Se estima que para 2050, la población mundial de adultos mayores se duplicará, alcanzando los 2100 millones. Además, el número de personas de 80 años o más podría triplicarse entre 2020 y 2050, llegando a 426 millones.
Frente a este panorama, el profesor de Genética Humana y Bioestadística en la Universidad de California en Los Ángeles Steve Horvath, quien subraya la importancia de mantener un estilo de vida saludable para envejecer de manera óptima. Si bien la genética desempeña un papel clave, los avances científicos demostraron que la alimentación, la actividad física y el autocuidado tienen un impacto significativo en el proceso de envejecimiento.
El impacto del reloj biológico en la longevidad saludable
El envejecimiento es un proceso influenciado tanto por la genética como por factores ambientales y de estilo de vida. Según el médico biogerontólogo Steve Horvath, los cambios epigenéticos en las células permiten medir la edad biológica de una persona y compararla con su edad cronológica. Esto facilita la identificación de quienes envejecen a un ritmo más acelerado o más lento y, además, permite evaluar el impacto de diferentes intervenciones en la edad celular.
Dentro de la medicina preventiva enfocada en la longevidad saludable, se han estudiado diversas estrategias, como la actividad física, la calidad del sueño, la nutrición y el uso de complementos nutricionales. Horvath, creador de varios relojes biológicos, recientemente publicó en la revista Nature un estudio que analiza el efecto de tres de estas intervenciones: el ejercicio físico, la suplementación con vitamina D y el consumo de omega-3.
La investigación se llevó a cabo en cinco países europeos y contó con la participación de dos mil 157 adultos mayores de 70 años, a quienes se les hizo un seguimiento durante tres años. Los participantes fueron divididos en diferentes grupos y recibieron distintas combinaciones de los tres factores: suplementos de vitamina D (2,000 UI al día), omega-3 (1 g al día) y/o un programa de ejercicio físico de 30 minutos en casa, tres veces por semana.
Los hallazgos del estudio fueron significativos. “Se observó que el consumo de ácidos grasos omega-3 se relacionó con una disminución del 13% en el padecimiento de infecciones y del 10% en las caídas frente a los sujetos control. La combinación de los ácidos grasos omega-3, la vitamina D y el ejercicio, mostró una reducción del estado de ‘pre-fragilidad’ en un 39% y de la incidencia de un cáncer invasivo en un 61%”, expone el estudio.
Además, los resultados indicaron que estos cambios podrían traducirse en una reducción de la edad biológica de aproximadamente 3 a 4 meses en tres años. Aunque pueda parecer un margen pequeño, si estos efectos se mantienen a largo plazo, podrían marcar una diferencia significativa en la prevención de enfermedades crónicas y en la mejora de la calidad de vida de las personas.
El impacto fue aún mayor en quienes realizaron ejercicio físico, especialmente debido a su influencia en el metabolismo. En el estudio, los participantes realizaron tres sesiones semanales de 30 minutos, comparando ejercicios de fuerza con ejercicios de flexibilidad articular. Los datos mostraron que, si bien cualquier actividad física aporta beneficios, el entrenamiento de fuerza tiene un mayor impacto en la activación de vías celulares que protegen contra el envejecimiento.
El secreto de la eterna juventud
El Doctor Ángel Durántez, pionero en España en Medicina Preventiva Proactiva y Age Management Medicine, destacó la relevancia de los avances en relojes biológicos para medir el impacto de distintas intervenciones en el envejecimiento celular.
“Más allá de los resultados específicos de estas intervenciones, me gustaría destacar que este tipo de estudios empiezan a ofrecer respuestas a una pregunta clave en la medicina preventiva para una longevidad saludable. Y es que ahora, gracias a los avances en estos relojes biológicos, podemos cuantificar de forma más clara el impacto de diferentes tratamientos de estilo de vida, suplementación o farmacológicos sobre el ritmo de envejecimiento a nivel celular en humanos”, señaló el experto en entrevista para el diario La Vanguardia.
Uno de los aspectos más innovadores de este estudio es su enfoque en la combinación de tres factores clave: la vitamina D, los ácidos grasos omega-3 y el ejercicio físico. Según Durántez, investigaciones previas no habían contado con una muestra tan amplia ni habían evaluado el efecto conjunto de estos tres elementos. “Lo relevante es resaltar que intervenciones sencillas y al alcance de la mayoría de las personas, pueden tener un impacto muy significativo y sin efectos adversos de relevancia, sobre nuestra edad biológica”, afirmó.
Si bien los estudios científicos aportan datos valiosos sobre cómo frenar el envejecimiento a nivel celular, el especialista subraya que, más allá de la evidencia clínica, es fundamental adoptar hábitos saludables en la vida cotidiana. Una alimentación equilibrada, combinada con actividad física regular, sigue siendo la mejor estrategia para mantener un organismo fuerte y un envejecimiento saludable.
Fuente: infobae.com