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Los pterosaurios ya volaban sobre Australia hace 107 millones de años

Los huesos de un pterosaurio de 107 millones de años de antigüedad descubiertos hace más de 30 años son los más antiguos de su especie jamás encontrados en Australia, confirma un nuevo estudio.

La investigación, publicada en la revista ‘Historical Biology’ y realizada en colaboración con los Museos de Victoria, analizó un hueso parcial de la pelvis y un pequeño hueso del ala descubiertos por un equipo dirigido por el doctor Tom Rich, Conservador Jefe de Paleontología de Vertebrados del Instituto de Investigación de los Museos de Victoria, y la profesora Pat Vickers-Rich en Dinosaur Cove (Victoria, Australia) a finales de la década de 1980.

El equipo descubrió que los huesos pertenecían a dos pterosaurios diferentes. El hueso parcial de la pelvis pertenecía a un pterosaurio de más de dos metros de envergadura, y el hueso pequeño del ala pertenecía a un pterosaurio juvenil, el primero del que se tiene constancia en Australia.

La investigadora principal y estudiante de doctorado Adele Pentland, de la Escuela de Ciencias Planetarias y de la Tierra de Curtin, explica que los pterosaurios, primos cercanos de los dinosaurios, eran reptiles alados que surcaban los cielos durante la Era Mesozoica.

«Durante el Cretácico (hace 145-66 millones de años), Australia estaba más al sur que hoy y el estado de Victoria se hallaba dentro del círculo polar, a oscuras durante semanas en invierno. A pesar de estas duras condiciones estacionales, está claro que los pterosaurios encontraron la forma de sobrevivir y prosperar», afirma Pentland.

Los pterosaurios son raros en todo el mundo y sólo se han descubierto unos pocos restos en lugares de gran paleolatitud, como Victoria, por lo que estos huesos nos dan una mejor idea de dónde vivían y qué tamaño tenían».

«Al analizar estos huesos, también hemos podido confirmar la existencia del primer pterosaurio juvenil australiano, que residió en los bosques de Victoria hace unos 107 millones de años», señala.

Pentland afirma que, aunque los huesos aportan datos importantes sobre los pterosaurios, se sabe poco sobre si se reprodujeron en estas duras condiciones polares.

«Será cuestión de tiempo que podamos determinar si los pterosaurios emigraban al norte durante los duros inviernos para reproducirse o si se adaptaban a las condiciones polares –continúa–. Encontrar la respuesta a esta pregunta ayudará a los investigadores a comprender mejor a estos misteriosos reptiles voladores».

El doctor Rich, del Instituto de Investigación de los Museos de Victoria, comenta que es maravilloso ver los frutos de la investigación fruto del duro trabajo de Dinosaur Cove, que se completó hace décadas. «Estos dos fósiles son el resultado de un gran esfuerzo realizado por más de 100 voluntarios durante una década –destaca–. Ese esfuerzo supuso excavar más de 60 metros de túnel donde se encontraron los dos fósiles en un acantilado junto al mar en Dinosaur Cove».

Fuente: europapress.es