Los primeros animales pluricelulares fueron parecidos a células madre
Científicos de la Universidad de Queensland, en Australia, han mejorado la comprensión de los biólogos sobre la historia evolutiva de los animales al realizar un hallazgo sorprendente sobre el desarrollo de los animales pluricelulares que publican en ‘Nature’.
Usando un nueva tecnología han comprobado que no eran como las actuales espaonjas sino que se parecían más a las células madre, lo cual contradice lo que se defendía hasta ahora.
El profesor Bernie Degnan director del Centro de ciencia Marina de la Universidad de Queensland, ha explicado que “la tatarabuela de todas las células en el reino animal, por así decirlo, fue probablemente muy similar a una célula madre.
Esto es algo intuitivo ya que, en comparación con las plantas y los hongos, los animales tienen muchos más tipos de células, que se utilizan de maneras muy diferentes, desde las neuronas hasta los músculos, y la flexibilidad celular ha sido fundamental para la evolución animal desde el principio”.
Los resultados refutan una idea de larga data: que los animales pluricelulares evolucionaron a partir de un ancestro unicelular que se parece a una esponja moderna conocida como coanocito.
“Las principales transiciones están dispersas a lo largo de la historia de la evolución, incluido el salto de un mundo de células individuales microscópicas a un mundo de animales pluricelulares –explica el profesor Degnan–. Con la pluricelularidad surgió una complejidad increíble, creando los reinos de animales, plantas, hongos y algas que vemos hoy, y estos grandes organismos difieren de los otros más del 99 por ciento de la biodiversidad que solo se pueden ver con un microscopio”.
El equipo hizo un mapa de las células individuales, secuenciando todos los genes expresados, lo que permite a los investigadores comparar tipos similares de células a lo largo del tiempo.
La profesora asociada Sandie Degnan, autora principal, explica que esto significa que podrían descubrir la historia evolutiva de los tipos de células individuales, buscando las “firmas” de cada tipo.
“Los biólogos durante décadas creyeron que la teoría existente era una obviedad, ya que los coanocitos de esponja se parecen tanto a los coanoflagelados unicelulares, el organismo considerado como los parientes vivos más cercanos de los animales –explica–. Pero sus firmas de transcriptoma simplemente no coinciden, lo que significa que estos no son los pilares fundamentales de la vida animal que originalmente pensamos que eran”.
“Esta tecnología se ha utilizado solo durante los últimos años, pero nos ayudó finalmente a abordar una antigua pregunta, descubriendo algo completamente contrario a lo que alguien había propuesto. Estamos tomando una teoría central de la biología evolutiva y cambiándola totalmente –añade–.
Ahora tenemos la oportunidad de volver a imaginar los pasos que dieron origen a los primeros animales, las reglas subyacentes que convirtieron las células individuales en vida animal multicelular”.
Por su parte, el profesor Degnan expresa su deseo de que este descubrimiento nos ayude a comprender nuestras propias células madre y el cáncer.
Fuente: europapress.es