Los humanos ecolocalizan igual que ballenas o murciélagos
Como los murciélagos y mamíferos marinos, las personas pueden desarrollar habilidades de ecolocalización: producen un sonido con la boca y escuchan las ondas sonoras reflejadas para “ver” su entorno.
Un nuevo estudio publicado en ‘PLOS Computational Biology’ proporciona el primer análisis en profundidad de los chasquidos en la boca utilizados en la ecolocalización humana.
La investigación, realizada por Lore Thaler, de la Universidad de Durham (Reino Unido), Galen Reich y Michael Antoniou, de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), y sus colegas, se centra en tres adultos ciegos que fueron entrenados con la experiencia de la ecolocalización. Desde la edad de 15 años, los tres han utilizado la ecolocalización en su vida diaria, empleando la técnica para actividades como ir de excursión, visitar ciudades desconocidas y montar en bicicleta.
Aunque la existencia de la ecolocalización humana está bien documentada, los detalles de los mecanismos acústicos subyacentes no han estado claros. En el nuevo estudio, los autores se propusieron proporcionar descripciones físicas de los ‘clicks’ de la boca utilizados por cada uno de los tres participantes durante la ecolocalización. De esta manera, registraron y analizaron las propiedades acústicas de varios miles de chasquidos, incluyendo el camino espacial que tomaron las ondas de sonido en una habitación acústicamente controlada.
Duran tres milisegundos
El análisis de las grabaciones reveló que los ‘clicks’ hechos por los participantes presentaban un patrón acústico distinto que estaba más enfocado en su dirección que el del habla humana. Los ‘clicks’ eran breves –alrededor de tres milisegundos– y sus frecuencias más fuertes eran entre dos a cuatro kilohertzios, con algo de fuerza adicional de alrededor de 10 kilohertzios.
Los investigadores también emplearon las grabaciones para proponer un modelo matemático que podría utilizarse para sintetizar ‘clicks’ vucales realizados durante la ecolocalización humana. Por ello, planean usar ‘clicks’ humanos sintéticos para investigar cómo estos sonidos pueden revelar las características físicas de los objetos; ya que por el número de mediciones requeridas para estos estudios sería poco práctico preguntar a los voluntarios humanos.
“Los resultados nos permiten crear ecolocadores humanos virtuales –subraya Thaler–. Esto nos permite embarcarnos en un emocionante nuevo viaje en la investigación de la ecolocalización humana”.
Fuente: Europa Press