Los avances en el estudio de la inteligencia animal: ¿qué hemos aprendido?
El estudio de la inteligencia animal continúa desafiando nuestras nociones preconcebidas sobre la cognición y el comportamiento
Desde que la teoría de la evolución caló profundamente en la comunidad científica, se ha tenido la certeza de que los humanos se encuentra en la cima del proceso evolutivo. Sin embargo, las investigaciones científicas al respecto han demostrado que los animales también están dotados de asombrosas agudezas y habilidades que en ocasiones pueden, incluso, superar a las de los humanos.
En sus estudios sobre el origen de las especies, Darwin incluyó dos aspectos que suelen ir implícitos al hablar sobre inteligencia: la adaptación al mundo social y la adaptación al mundo físico. Más tarde, Romanes (1882) amplió este estudio con una recopilación de descripciones sobre la inteligencia animal. Desde entonces, la investigación científica ha desvelado nuevos hallazgos sorprendentes sobre la cognición animal.
Definición y Medición de la Inteligencia Animal
Tradicionalmente, la inteligencia se ha medido a través de la capacidad de resolver problemas y adaptarse a nuevas situaciones. Sin embargo, los estudios recientes sugieren que la inteligencia animal es un concepto multidimensional. Investigaciones han demostrado que diferentes especies muestran habilidades cognitivas diversas, como el uso de herramientas, la planificación a largo plazo y la comunicación compleja.
¿Cómo se mide la inteligencia animal?
En los seres humanos, la inteligencia suele medirse con pruebas de cociente intelectual, pero en los animales es completamente distinto. La inteligencia animal es bastante compleja y comprende una amplia gama de capacidades adaptativas, por lo que resulta realmente difícil de evaluar.
Pruebas para la inteligencia animal
Los psicólogos comparativos han desarrollado pruebas ingeniosas para evaluar su capacidad de aprender, recordar y resolver problemas, sin embargo, estas pruebas suelen desvelar más sobre las capacidades sensoriales de los animales y no tanto de sus capacidades intelectuales.
Hay animales que poseen sentidos que son difíciles de comprender, como los tiburones, que poseen una gran sensibilidad a las corrientes eléctricas. Otros, en cambio, utilizan más eficientemente un sentido por encima de otro. Por ejemplo, los delfines de nariz de botella, las mantarrayas y las urracas son capaces de reconocerse en un espejo mediante el sentido de la vista, demostrando conciencia sobre sí mismos.
Sin embargo, la prueba del espejo carece de sentido en animales como los cerdos, cuya especie se basa en el olfato para identificarse. Esto demuestra que se trata de una prueba que favorece únicamente a las especies que dependen de la vista y que no aporta una medida objetiva de la conciencia sobre sí mismos, entre los animales.
¿Quiénes son más inteligentes los humanos o los animales?
Los expertos que se han dedicado en estudiar la inteligencia animal llegaron a una conclusión reveladora: no se puede comparar de forma eficaz la inteligencia entre animales. Una especie puede sobresalir en un área, pero mostrar un bajo desempeño en otra y viceversa.
La capacidad de un animal para aprobar una prueba de cognición depende de sus habilidades sensoriales. Por tanto, tomar como referencias las capacidades humanas es simplemente un error. Es cierto que los humanos tienen una buena vista, pero no es tan buena como el de las águilas. Lo mismo ocurre con el sentido del olfato, el cual es bastante pobre si se compara con el de los perros.
Según el especialista en inteligencia animal Frans de Waal, los humanos son más inteligentes que los pulpos en aspectos como el lenguaje y la tecnología, pero el pulpo es más astuto en otros sentidos. De hecho, no sirve de mucho comparar la inteligencia de los humanos con la de delfines, murciélagos u otros animales, puesto que su entorno y sus necesidades son diferentes.
¿Pueden los animales resolver problemas?
En general, cada animal posee las capacidades cognitivas que necesitan para salir adelante y adaptarse a su entorno, por lo que al momento de estudiar la inteligencia animal es importante hacerlo desde su propio entorno, sin compararlos con los humanos u otros animales.
En este sentido, Kristina Horback, profesora adjunta del Departamento de Ciencias Animales de la Universidad de California, Davis, coincide en que hay animales a los que no les hace falta desarrollar una capacidad de resolución de problemas complejos, ni el uso de herramientas, puesto que les resultaría inútil para su supervivencia.
El origen evolutivo de la inteligencia proviene de muchas direcciones
Los avances en el estudio de la inteligencia animal están demostrando cuánto de los animales hay en los humanos y cuánto de los humanos hay en ellos. Ciertamente, el cerebro humano es más grande que el de los animales, pero no es tan diferente al de los primates y, en términos fundamentales, el cerebro de todos los mamíferos funciona de la misma manera.
Sin embargo, no existe una inteligencia universal, porque cada especie posee sus propias necesidades y especializaciones. De hecho, la idea que se tiene sobre una escala de inteligencia lineal entre las distintas especies está obsoleta, pues esta es más parecida a un bosque con especializaciones en todas las direcciones.
Conclusión
A través de la investigación, hemos aprendido que muchos animales poseen habilidades cognitivas complejas que reflejan formas de inteligencia que, aunque diferentes a las humanas, son igualmente valiosas. A medida que seguimos explorando este fascinante campo, es fundamental que reconozcamos y respetemos la inteligencia y la capacidad de los animales, promoviendo su bienestar y conservación en un mundo que sigue cambiando rápidamente.
Fuente: okdiario.com