Los arqueólogos esperaban restos de cazadores y se toparon con un descubrimiento que cambia la historia…

El yacimiento descubierto en Turquía muestra conocimiento constructivo, simbolismo religioso y coordinación social siglos antes de la invención de la agricultura. El descubrimiento cuestiona la línea temporal tradicional y plantea si la civilización comenzó mucho antes de lo que se enseñó

La historia oficial sostenía que las primeras sociedades complejas surgieron cuando los humanos aprendieron a cultivar, asentarse y organizarse. Pero en una meseta remota del sureste de Turquía, un hallazgo inesperado ha perforado esa certeza.

Lo que los arqueólogos creían que sería un simple enclave de cazadores-recolectores resultó contener estructuras monumentales que nadie esperaba encontrar en una época tan temprana. Columnas talladas, recintos ceremoniales y símbolos animales revelan un nivel de planificación y significado que contradice la cronología aceptada de la civilización: Göbekli Tepe.

Una arquitectura imposible para su tiempo

Entre la tierra removida emergen pilares de piedra caliza de varios metros de altura, dispuestos en círculos y decorados con relieves de depredadores, aves y figuras humanas estilizadas. La datación sitúa estos recintos más de 13.000 años atrás, mucho antes de que las aldeas agrícolas aparecieran en Mesopotamia.

Según la narrativa tradicional, ningún grupo humano de aquella época debería haber sido capaz de organizar la mano de obra, la logística y el conocimiento técnico necesarios para erigir algo así. Sin embargo, las pruebas están ahí, desafiando la idea de que la arquitectura monumental nació tras la sedentarización. Todo apunta a que estos constructores eran nómadas, lo que hace el hallazgo aún más desconcertante.

Una civilización que no encaja en los libros

Los investigadores se enfrentan a preguntas incómodas: ¿cómo se sostenía socialmente una comunidad capaz de coordinar semejante esfuerzo?, ¿qué creencias o rituales justificaban estructuras tan elaboradas?, ¿cómo se transmitieron las técnicas de talla y diseño? El sitio sugiere organización, roles diferenciados y una vida simbólica rica, atributos que las teorías clásicas asociaban con fases mucho más tardías.

Este descubrimiento obliga a reconsiderar el orden de los factores: quizá fue la religión o la cohesión ritual lo que impulsó la creación de asentamientos estables, y no al revés. La idea de que la agricultura fue el motor exclusivo del desarrollo social podría estar desmoronándose.

Las fechas que reescriben la cronología

La datación por radiocarbono confirma que estas estructuras anteceden en milenios a las ciudades más antiguas conocidas. Si esta civilización temprana ya mostraba organización, simbolismo y capacidad de construcción, entonces la línea que separa el Paleolítico del mundo “civilizado” se vuelve difusa. Lo que parecía un punto de partida podría ser solo un capítulo tardío de una historia más profunda.

Este hallazgo no solo amplía la antigüedad de la complejidad humana, sino que también sugiere que aún existen capítulos enterrados esperando ser descubiertos. Porque si una sociedad así pudo surgir en un lugar remoto y permanecer oculta durante miles de años, la pregunta inevitable es otra: ¿cuántas más siguen bajo la tierra, esperando cambiar de nuevo lo que creemos saber sobre nosotros mismos?

Fuente: gizmodo.com

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