Lo llaman ‘Efecto IKEA’ y seguramente lo has sufrido más de una vez
El conocido como Efecto IKEA se basa en la relación de afinidad que se crea con algo cuando participamos en su creación.
Uno de los grandes triunfos de IKEA está en lograr que los clientes se muestren contentos al montar el mueble por el que han pagado. Cuando se hace una compra en la conocida tienda, ya se sabe que esta conllevará un tiempo posterior para el debido montaje, en ocasiones entretenido y en otras tedioso, que debe hacerse, algo que no ocurre con la competencia. Pero esto produce un interesante efecto.
A pesar de que miles de personas lo hayan hecho antes, montar un mueble siempre provoca algo de orgullo y, no lo neguemos, que lo veamos más bonito que si lo ha hecho otra persona. Este orgullo acaba convirtiéndose en afinidad por el mueble.
Según The Philadelphia Inquirer, hay psicólogos que denominan a esta afinidad por el mueble como Efecto IKEA, porque está claro que se valora más cualquier objeto cuando se es partícipe de su creación.
Como muestra de este efecto, cuentan un curioso experimento realizado con participantes elegidos al azar que construyeron una caja de IKEA y cómo estos estaban dispuestos a pagar hasta un 63 % más por ella frente a otros participantes que tuvieron acceso a las mismas cajas una vez montadas.
Este efecto resulta muy interesante porque habitualmente se entiende como tiempo perdido aquel que se dedica a montar un objeto o mueble, pero IKEA ha logrado que el punto de vista varíe de forma importante y sea una parte satisfactoria del contrato de compra, casi un agradable ritual.
Si has ido a alguna casa que tiene muebles de IKEA podrás comprobarlo. Es posible que la persona te hable más de aquellos que ha montado que del resto, porque ese esfuerzo le hace sentir especialmente contento con esa parte de su hogar.
Realmente, se pueden decir muchas cosas y no siempre buenas de cualquier multinacional, pero haber logrado algo similar al Efecto IKEA es digno de admirar.
Fuente: computerhoy.com