Las sociedades prehistóricas ya usaban redes de distribución de herramientas pulimentadas
Geólogos y arqueólogos de la Universidad de Granada han descubierto las primeras evidencias de la existencia de un conjunto de canteras de rocas eclogíticas, un tipo de piedra óptima para la producción de útiles, que luego se distribuían por la península ibérica.
Los investigadores han localizado dos canteras en el Parque Natural Sierra de Baza en Granada, cuya producción se llegó a extender hasta áreas de Murcia, Ciudad Real o Valencia, lo que evidencia que estas sociedades prehistóricas creaban amplias redes de distribución, según un estudio de la Universidad de Granada.
Se trata de la primera vez que se aporta documentación sobre la existencia de canteras prehistóricas de rocas eclogíticas en la península ibérica.
Hachas, azuelas, cinceles y martillos
Según el equipo de investigación, las rocas ígneas básicas metamorfizadas fueron utilizadas en el sur de la península ibérica durante la Prehistoria Reciente, abarcando una horquilla cronológica muy amplia entre el 5500 y 1500 a.C, como materia prima para la elaboración de útiles pulimentados como hachas, azuelas, cinceles y martillos.
«La dureza y resistencia al golpeo de estas rocas, debido a sus características mineralógicas y texturales, las hacía especialmente idóneas», según los investigadores.
Las dos canteras descubiertas dentro del Parque Natural Sierra de Baza son la de la Rambla del Agua y la del Cerro de San Cristóbal, cuyo uso ha sido datado durante un lapso de tiempo que oscila entre el Neolítico Antiguo y la Edad del Bronce.
Un viaje de casi 400 kilómetros
Los análisis de las materias primas correspondientes a estas canteras se han comparado con materiales arqueológicos detectados en diferentes áreas del sur de la península ibérica, y es así como se han descubierto las redes de distribución de rocas eclogíticas.
Según el arqueólogo Francisco Martínez Sevilla, «lo interesante de este descubrimiento es que los materiales son distribuidos más allá del área local, por ejemplo hasta Ereta del Pedregal en Valencia, a alrededor de 380 kilómetros del punto de origen en la Sierra de Baza». Esa circunstancia evidencia que se establecieron redes de contacto con el sureste y el este durante la Prehistoria Reciente.
El descubrimiento de canteras en la Sierra de Baza revela la importancia de los afloramientos geológicos primarios en lugar de la extracción de guijarros en depósitos de ríos o playas y sedimentos recientes, según la Universidad.
Esta fenomenología arqueológica de la Prehistoria Reciente responde a la necesidad de utilizar abundante materia prima de extraordinaria calidad y soporte natural para la creación de estos útiles.
Fuente: EFE