La tripulación de la Estación Espacial Internacional detecta una fuga de aire
La fuga se desarrolla en el módulo ruso Zvezda y, de momento, no representa riesgo para los astronautas
Los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI) detectaron hoy, martes, una fuga de aire en el módulo ruso Zvezda, que de momento no supone riesgo para la salud de la tripulación, según informó la agencia espacial rusa, Roscosmos.
“Tras (…) la búsqueda de la fuga de aire de la EEI se estableció que esta está ubicada en el módulo de servicio Zvezda, en el que se encuentra el equipamiento científico”, señaló la corporación rusa.
En estos momentos, según Roscomos, “se lleva a cabo la búsqueda del lugar concreto de la fuga” dentro del módulo.
Durante ocho horas, explicó la agencia, la presión en dicho módulo descendió en 1 milímetro de mercurio (mmHg), pero aseguró que dicha fuga “no representa un peligro para la vida y salud de la tripulación de la EEI”.
La tripulación de la EEI lleva buscando esta fuga desde agosto pasado, cuando fue detectada una leve caída de la presión dentro de la nave. Roscosmos concluyó que tras su detección, la fuga será subsanada “en los próximos días”.
Por su parte, el director ejecutivo de los programas tripulados de Roscosmos, el cosmonauta retirado Serguéi Krikaliov, declaró al canal de televisión Rossiya 24 que este escape “es más que una fuga prevista en las normas”.
“Naturalmente, si se mantiene durante un tiempo prolongado, será necesario suministrar aire adicional a la estación”, dijo. Actualmente, la plataforma orbital cuenta con tres tripulantes: los cosmonautas rusos Anatoli Ivanishin e Iván Vagner, y el astronauta estadounidense Christopher Cassidy.
En agosto de 2018 tuvo lugar una pequeña fuga de aire en la nave Soyuz MS-08, adosada al segmento ruso de la EEI, que tampoco supuso peligro para los tripulantes.
Tras realizar diversas investigaciones, se detectó que la falla no fue causada por el impacto de un micrometeorito, como se supuso en un inicio, sino que se trató de un agujero taladrado después de ensamblado el aparato.
Tras más de un año de investigaciones, Roscosmos decidió clasificar los resultados y el director general de la agencia espacial rusa, Dmitri Rogozin, afirmó que habían identificado la causa, pero que no la harían de dominio público.
La EEI, un proyecto de más de 150,000 millones de dólares (unos 127,000 euros) en el que participan 16 naciones, actualmente está integrada por 14 módulos permanentes y orbita a una velocidad de más de 27,000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra.
Fuente: EFE