La sorprendente y variada dieta que permitió a los neandertales sobrevivir en Siberia
El análisis de una mandíbula de hace 50.000 años revela que los neandertales que vivieron en la actual Siberia se adaptaron bien a su inhóspito entorno. Su dieta, rica en plantas variadas y carne de bisonte o caballo, tenía poco que envidiar a la de sus coetáneos mediterráneos
Mucho se ha especulado sobre las causas por las que se extinguieron los neandertales tras coexistir con los Homo sapiens modernos. Una de ellas apuntaba a que no habrían sido capaces de adaptarse a su entorno de la misma forma que lo hizo nuestra especie, pero cada vez hay más pruebas que cuestionan esa teoría.
Una de ellas se publica este martes y llega desde Rusia. Un equipo internacional liderado por el español Domingo Carlos Salazar revela cómo incluso los neandertales que vivían en la inhóspita Siberia supieron aprovecharlos limitados recursos de los que disponían para conseguir una dieta variada que poco tenía que envidiar a la de sus coetáneos mediterráneos.
Diversos tipos de carne y, para su sorpresa, una variedad de plantas estaban presentes en su menú habitual, tal y como ha revelado el análisis de restos dentales de hace entre 60.000 y 50.000 años hallados en la cueva deChagyrskaya, en el macizo Altai del sur de Siberia. «Esto quiere decir que se adaptaron bien», señala Salazar, autor principal de esta investigación publicada enJournal of Human Evolution.
«Comían lo que podían. Lo que más consumían era caballo y bisonte porque eran también los animales más fáciles de cazar en una zona abierta como la estepa. Hay también otros como la cabra siberiana, pero en menor cantidad», precisa en conversación telefónica Salazar, que ahora está en la Universidad de Valencia pero cuando analizaron los fósiles se encontraba en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig. La pieza estrella de la investigación es el resto de una mandíbula, de la que sólo saben que perteneció a un individuo adulto.
¿Cómo era esa región que hoy es el sur de Siberia? «Por la reconstrucción paleoambiental sabemos que hace 50.000 años había grandes zonas de estepa abiertas, con algunos parches arbolados, de bosque, con un clima frío y hostil», explica.
Se trata del primer estudio que documenta la dieta que seguían los neandertales del Este combinando el análisis de isótopos, que reveló que consumían gran cantidad de animales de caza, y la identificación, mediante microscopía óptica, de microrrestos de una variedad plantas en la dentadura y los cálculos del individuo al que pertenecía la mandíbula.
La cueva deChagyrskaya en la que hallaron los restos neandertales analizados se encuentra a sólo 100 kilómetros de las cuevas de Denísova, donde se descubrió una nueva especie, la de los denisovanos, y en 2012 se encontró por primera vez un homínido híbrido de primera generación de dos especies distintas: una niña bautizada como Denny que era hija de una mujer neandertal y un hombre denisovano.
«La cueva está en una zona montañosa, en la que obviamente hay más vegetación que en la zona del alrededor pero se trata de un entorno muy hostil. Por eso nos ha sorprendido que se consumieran tantas plantas. Se adaptaron para obtener los recursos de la zona, tenían habilidad para hacerlo y lo hicieron», señala.
Los neandertales vivieron en distintos lugares de Eurasia, tanto en países mediterráneos como Portugal, España y Francia como en Siberia. Hasta hace un tiempo se pensaba que habrían llegado hasta la zona que hoy ocupa Uzbekistán, pero en los últimos años se ha comprobado que fueron más lejos, 2.000 kilómetros más al este hasta alcanzar el macizo de Altai. Según recuerdan los autores del estudio publicado este martes, fue una zona muy dinámica en la que los neandertales interaccionaron con los enigmáticos denisovanos.
Pese a que se trata de una región muy importante para comprender la evolución humana, hay pocos estudios sobre el comportamiento de estos primos siberianos y sobre cómo conseguían subsistir. Los humanos modernos respondían a los cambios ecológicos estacionales mudándose a otro lugar, pero no se sabía cómo los neandertales sobrevivían en regiones áridas como la actual Siberia.
Los resultados de esta investigación se añaden a otros estudios anteriores, realizados con ADN, para intentar entender por qué esta zona fue considerada por los neandertales lo suficientemente atractiva como para intentar colonizarla en, al menos, dos ocasiones. Los estudios genéticos han revelado que vivían en grupos pequeños en permanente riesgo de desaparecer.
Según los autores del estudio, sus resultados indican que su forma de vida no se debía a su incapacidad para adaptarse al entorno y sugieren que se ponga el foco en otros posibles motivos, como la interacción con otros homínidos. Desde su punto de vista, la forma en la que se alimentaban refleja que su forma de adaptarse al entorno probablemente no fue una desventaja cuando competían con los humanos anatómicamente modernos.
«Ahora sabemos que los neandertales tenían arte o rituales de enterramiento, y hemos visto que se adaptaban perfectamente a su entorno, incluso cuando el territorio era hostil», destaca Salazar, que subraya que durante los últimos 10 años se ha ido desmontando la antigua imagen que se tenía de los neandertales.
Fuente: elmundo.es