La mujer que quiere llevar al mundo árabe a Marte
Emiratos Árabes Unidos se estrena en la carrera espacial con el lanzamiento de la ‘Hope Mars Mission’. “Lo hemos logrado en sólo seis años”, presume Salah Al Amiri, la joven ministra de Ciencias Avanzadas
Cuando la Hope Mars Mission despegue del centro espacial de Tanegashima en Japón rumbo al planeta rojo, Sarah al Amiri habrá cumplido un sueño. La primera misión interplanetaria árabe, cuyo lanzamiento, previsto inicialmente para el martes, ha sido pospuesto en dos ocasiones, está íntimamente ligada a Al Amiri, la joven ministra de Ciencias Avanzadas de Emiratos Árabes Unidos que quiso estudiar ciencia espacial hasta que se topó con la falta de oportunidades en los confines de su país. “Estoy realmente feliz de que mis hijos crezcan en un tiempo en el que hay muchas más oportunidades de elegir. Van ser testigos de cómo Emiratos envía una misión a Marte”, reconoce la ministra en una entrevista a Papel.
Al Amiri, que participó en la construcción de los primeros satélites de observación terrestre lanzados por el país árabe, ha sido una de las almas de un proyecto construido en tiempo récord que supone la irrupción de un nuevo contendiente en la costosa carrera espacial. “Hemos dedicado los últimos seis años a diseñar, desarrollar, producir, ensamblar, integrar y probar la sonda. Y lo hemos hecho cumpliendo con el calendario fijado por el Gobierno a principios de 2014. El tiempo mínimo de otras misiones similares han sido de una década”, presume esta informática de 33 años.
Pergeñada en el centro espacial Mohamed bin Rashid de Dubai, la Hope Mars tardará siete meses en acceder a la órbita del segundo planeta más pequeño del sistema solar y, a partir de entonces, permanecerá activa durante un año marciano completo, equivalente a un año, 321 días y 7 horas terrestres, en busca de nuevas pesquisas sobre la atmósfera de Marte. “La nave y los instrumentos diseñados tienen tres objetivos. El primero es comprender las dinámicas climáticas de la atmósfera inferior de Marte, midiendo la temperatura de la superficie del planeta y esa capa inferior. El segundo es saber cómo el hidrógeno y el oxígeno se extienden al espacio y la pérdida en el espacio porque los científicos teorizan que una de las razones de la transformación de Marte de un planeta húmedo a seco y árido es esa pérdida atmosférica. El tercero es poder vincular lo que sucede en la atmósfera inferior, como una tormenta de polvo o la formación de nubes de hielo, con la pérdida de hidrógeno y oxígeno en la atmósfera superior de Marte”, desgrana el principal rostro de un proyecto iniciático para el sector espacial emiratí que cuenta con la asistencia de las universidades estadounidenses de Colorado, la estatal de Arizona y el laboratorio de ciencias espaciales de Berkeley.
“La exploración nos ayudará a comprender mejor cómo un planeta que es primo de la Tierra, de algún modo similar al nuestro, evolucionó hacia el clima que vemos hoy. Resulta vital para entender cómo los planetas se transforman y relacionarlo con el actual cambio climático que se produce en la Tierra”, avanza Al Amiri.
Con un presupuesto total que las autoridades emiratíes confían en desvelar a su debido tiempo, la Hope Mars Mission ha lidiado con los avatares del coronavirus sin cambiar un ápice la fecha de su lanzamiento, con la premisa de que la misión esté a pleno rendimiento en diciembre de 2021, durante los fastos del cincuenta aniversario de la fundación del país, una federación de siete emiratos bendecida por la dicha del petróleo. “La pandemia y el cierre del transporte internacional han supuesto un reto adicional que nunca pensamos que fuera un riesgo plausible. Cuando comenzó el coronavirus, la nave aún se encontraba en Emiratos. A finales de febrero pusimos en marcha el plan de contingencia. Decidimos enviar la sonda antes de lo previsto, tras completar todas las pruebas críticas y trasladar el resto a Japón. Redujimos a la mitad al equipo desplazado a Japón para tener un segundo equipo en la reserva y los miembros designados viajaron dos semanas antes de lo programado para cumplir con la cuarentena”, detalla Al Amiri, que asistirá al lanzamiento desde la sala de operaciones habilitada en Dubai.
“Es una misión única en muchos aspectos. Uno de ellos es el presupuesto que ha permanecido invariable desde el inicio. Hemos creado una nueva manera de diseñar y desarrollar misiones a un coste relativamente más bajo que los proyectos puestos en órbita hasta ahora”, subraya la ministra. “La misión quedará completada en 2023 cuando todos los datos científicos estén disponibles”, agrega.
“Embarcarnos en la misión de ir a Marte ha incrementado por cinco la complejidad de nuestras capacidades. Ha obligado al equipo a desarrollar rápidamente sus habilidades. La cantidad de riesgo que representa un proyecto como éste resulta mucho más elevado que construir un satélite de observación terrestre”, admite Al Amiri, artífice de un sector nacido de la nada en un desierto por el que hasta hace medio siglo solo transitaban poblaciones nómadas y aventureros. “Ha sido una notable travesía de aprendizaje y desarrollo”, confiesa.
A última hora de este martes, primera hora de la mañana en Japón, la Hope Mars -con su esqueleto cargado de 800 kilos de combustible de hidrazina- inaugurará una singladura de 142 millones de kilómetros. “El lanzamiento será solo el principio de una nueva fase de los restos”, advierte la ministra. Apenas el inicio de la carrera emiratí en el espacio. Su emir, Mohamed bin Rashid Al Maktum, ha reconocido soñar con establecer el primer asentamiento humano en el planeta Rojo allá por 2117. “Es una muestra de nuestro compromiso a largo plazo para abordar una de las preguntas que nos asaltan: ¿Cómo ir y sobrevivir en otro planeta?”, concluye.
Fuente: elmundo.es