La fotosíntesis mundial está en aumento, según un estudio
Las plantas están quitando actualmente más CO2 del aire de lo que hicieron hace 200 años, según concluye nuevo trabajo de Joe Berry, del Instituto Carnegie para la Ciencia, en Washington, y conducido por J. Elliott Campbell, de la Universidad de California, en Merced, ambas en Estados Unidos. Las conclusiones del equipo, que se publican en ‘Nature’, afirman las estimaciones utilizadas en modelos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático.
Las plantas absorben el dióxido de carbono como parte del proceso de fotosíntesis, una serie de reacciones celulares a través de las cuales transforman la energía del sol en energía química como alimento. Esta investigación de Campbell, Berry y sus colegas construye una nueva historia sobre cambios globales en la actividad fotosintética.
Así como las plantas en invernaderos de vidrio crecen más rápido y más profusamente cuando se les proporcionan niveles elevados de CO2, las plantas en los ecosistemas naturales se espera que crezcan más rápido a medida que aumenta la concentración de CO2 en la atmósfera global. A escala global, este efecto podría ofrecer cierta estabilidad al sistema climático al contrarrestar las emisiones humanas de CO2.
La magnitud de este efecto está actualmente en debate. ¿Podría ser tan grande a escala global como lo es en experimentos a pequeña escala en invernadero? ¿O hay otros factores que limitan la respuesta del sistema global al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero? Se necesita un registro a largo plazo, similar al que existe para el CO2 y la temperatura, para hacer frente a esta gran incertidumbre en las proyecciones del cambio climático.
«Hemos hecho algo nuevo aquí –dice Campbell–. Las mediciones fiables de la fotosíntesis se hacen típicamente a nivel de las hojas, pero no se puede obtener el panorama general de esa manera y necesitamos saber qué está haciendo la Tierra en su conjunto y cómo ha respondido a través del tiempo».
No compensa la quema de combustibles fósiles
El equipo empleó trabajos previos que demuestran que se puede utilizar la concentración atmosférica del gas sulfuro de carbono para inferir el nivel de la fotosíntesis global. Construyeron una historia de su concentración usando el aire atrapado en el hielo antártico y la capa de nieve durante siglos, los espectros infrarrojos de la atmósfera tomados por los astrónomos desde la década de 1970 y los datos de una red nacional de muestreo de gases de efecto invernadero de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense a finales de los noventa.
Los resultados muestran que la fotosíntesis global fue estable durante cientos de años antes de la revolución industrial, pero luego creció rápidamente a lo largo del siglo XX. Los recientes incrementos en la fotosíntesis se correlacionan con los aumentos en el dióxido de carbono atmosférico debido a la quema de combustibles fósiles.
«El fenómeno de las plantas que absorben dióxido de carbono del aire se ha incluido en los modelos de cambio climático durante muchos años –subraya Berry–, pero siempre ha sido difícil saber si la fuerza de este efecto está siendo modelada de una manera realista. Nuestros nuevos resultados afirman que la gama de modelos empleados en la última evaluación del IPCC, de hecho, incluyen estimaciones realistas sobre la sensibilidad de la fotosíntesis global al CO2».
«Puede ser tentador interpretar estos resultados como evidencia de que la dinámica de la Tierra está respondiendo de una manera que estabilizará naturalmente las concentraciones de CO2 y el clima –añade Berry–. Pero el verdadero mensaje es que el aumento de la fotosíntesis no ha sido lo suficientemente grande como para compensar la quema de combustibles fósiles. Los frenos de la naturaleza no están a la altura del trabajo. Así que ahora depende de nosotros averiguar cómo reducir la concentración de CO2 en la atmósfera».
Fuente: Europa Press