Estudios han encontrado que el retraso en el crecimiento parece ser una condición natural
Detrás de la variación de la talla hay, por lo menos, tres variables reconocidas por los expertos: la genética, la nutricional y la económica. La primera, reconocida popularmente en el mundo científico, y las otras dos cada vez más populares.
Sin embargo, de acuerdo con el estudio Stunting is the natural condition of human heigth (que traduce El retraso del crecimiento es la condición natural de la altura humana), expertos señalan que podrían haber otros factores asociados al crecimiento, o la falta de él.
La investigación, liderada por investigadora de biología humana en la Universidad de Potsdam, Christiane Scheffler, y cuyos resultados fueron publicados en American Journal of Human Biology, muestra cómo el retraso del crecimiento es una condición que no escapa ni siquiera de los estratos sociales más ricos.
El estudio tenía como objetivo ampliar esta perspectiva de por qué se producen alrededor del mundo y en diferentes poblaciones diferencias en un amplio rango en el tema de la estatura del cuerpo humano, además de agregar el aspecto evolutivo.
Para tal fin, los investigadores revisaron datos arqueológicos (desde el 10000 al 1000 antes de Cristo) y estudios de crecimiento histórico (del periodo comprendido entre1877–1913). Además, analizaron la altura, el peso y el grosor de los pliegues cutáneos de 1.666 escolares indonesios de seis escuelas primarias rurales y urbanas representativas en Bali y Timor Occidental, con una prevalencia de retraso en el crecimiento de hasta del 50 por ciento.
Entre los resultados a los que llegó la investigación está que la estatura en la prehistoria del Holoceno del Cercano Oriente y Europa varió con máximos para las mujeres por lo general por debajo de 160 cm, y máximos para los hombres entre 165 y 170 cm. La estatura nunca superó los 170 cm.
Mientras que los escolares europeos y estadounidenses de raza blanca de los siglos XIX y XX eran generalmente de baja estatura, con una estatura promedio que oscilaba entre -1,5 y -2,2 hSDS (puntajes de desviación estándar), pero en ausencia de cualquier evidencia de desnutrición crónica o recurrente o enfermedad frecuente, pobreza o condiciones de vida desventajosas. Lo mismo se encontró en los escolares indonesios contemporáneos.
Por eso Scheffler defiende que lo que determina la altura, contando con que la persona tenga la alimentación necesaria, son otro tipo de factores como el estado social, político y emocional del entorno.
De acuerdo con el estudio el retraso en el crecimiento se observa con frecuencia no solo en los pobres, sino también en los estratos sociales ricos y bien alimentados en los últimos 10.000 años.
Solo en la historia muy reciente, y en unas pocas sociedades modernas y democráticas, la talla ha aumentado más allá del promedio histórico de estatura de larga duración.
«Visto desde una perspectiva evolutiva, y considerando la plasticidad adaptativa y los efectos de la comunidad sobre el crecimiento, el crecimiento competitivo y los ajustes de crecimiento estratégico, el retraso en el crecimiento parece ser la condición natural de la estatura humana», concluyen.
Fuente: eltiempo.com