El esqueleto fósil de Lucy, como se le llama a la hembra de Australopithecus afarensis de la cual solo queda esto, tiene una antigüedad de aproximadamente 3,2 millones de años. Es uno de los esqueletos fósiles más completos y antiguos de un ancestro humano bípedo adulto. Desde su descubrimiento en 1974 en la región de Afar, Etiopía, por el antropólogo de la Universidad Estatal de Arizona Donald Johanson y el estudiante Tom Gray, son muchas las investigaciones que se han hecho sobre Lucy y sobre cómo era su vida cotidiana y el entorno en que se movía.
Un nuevo estudio ha aclarado un misterio con el que se topó la paleontología en 2009 y al hacerlo ha conducido a confirmar un hallazgo bastante sorprendente: la especie a la que pertenecía Lucy no estaba sola en su época y región.
Todo comenzó cuando, en 2009, un equipo dirigido por Yohannes Haile-Selassie, de la Universidad Estatal de Arizona en Estados Unidos, encontró en Afar ocho huesos fosilizados del pie de un antiguo ancestro del ser humano con una antigüedad parecida a la de Lucy. El nuevo fósil, referido comúnmente como el “pie de Burtele”, fue objeto de un largo y minucioso estudio que se publicó en 2012.
Cuando el pie de Burtele fue anunciado públicamente, ya se habían encontrado algunos dientes fósiles en la misma zona, pero los expertos no estaban convencidos de que pertenecieran al mismo nivel de sedimentos.
Luego, en 2015, el equipo anunció el hallazgo de una nueva especie, Australopithecus deyiremeda, a partir de restos fósiles encontrados en la misma zona, pero no incluyó el pie en esta especie, a pesar de que algunos especímenes fueron encontrados muy cerca de él. No estaba claro que pertenecieran a una misma especie.
En los últimos 10 años, se han sucedido las expediciones a ese yacimiento paleontológico y ha aumentado la cantidad de fósiles hallados. Gracias a esto, Haile-Selassie y sus colegas tienen ahora suficientes especímenes que pueden asociar de manera fiable con el pie de Burtele y con la especie Australopithecus deyiremeda.
En definitiva, las especies Australopithecus afarensis y Australopithecus deyiremeda coexistieron en la zona de Afar.
Comparando los restos de una y otra especie, ahora también está claro que el pie de Australopithecus deyiremeda es más primitivo que el de la especie de Lucy.
El nuevo estudio se titula “New finds shed light on diet and locomotion in Australopithecus deyiremeda”. Y se ha publicado en la revista académica Nature.
Fuente: noticiasdelaciencia.com


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