La ciencia tras el milagro bíblico: qué ocurre realmente cuando llueven ranas
En el Éxodo 8.2 se puede leer lo siguiente: “así lo hizo Aaron, y salieron tantas ranas que cubrieron todo el país de Egipto”. Lo cierto es que la lluvia de animales es un fenómeno meteorológico extraordinario que ha ocurrido en muchas ocasiones a lo largo de la historia. ¿Cómo lo explica la ciencia?
De esto va precisamente la última pieza de los chicos de SciShow, quienes llevan a cabo un repaso de los diferentes animales que han caído del cielo junto a la explicación más plausible que no implique a un ser divino lanzando a las pobres criaturas desde el más allá.
No sólo la Biblia, en realidad, la literatura antigua está plagada de testimonios de lluvias de animales, o de lluvias de diversos objetos, algunos de ellos orgánicos. Muchos de estos testimonios se remontan al Antiguo Egipto, aunque también existen casos mucho más actuales.
Sin ir más lejos, en el año 2005 llovieron miles de ranas en una pequeña ciudad en Serbia. Cuatro años después, en el 2009, cayeron nubes de renacuajos en Japón. Y en 2010, peces muy pequeños, aunque claro, era en Australia, dónde si no. De hecho, en el caso australiano era la tercera vez que la misma ciudad había experimentado lluvias de animales desde 1970. Gales, India, Filipinas, Honduras, Sri Lanka, Etiopía o México son otros tantos lugares donde en los últimos 20 años han caído animales, incluso arañas (en Australia también).
Así que, si todos estos casos son ciertos, ¿cómo demonio se explican? ¿de dónde vienes todas estas criaturas?
Todas tienen una explicación. Por ejemplo, la lluvia de arañas que se produjo en Australia en el 2015 se explica por el fenómeno llamado Cabello de ángel. Las arañas pueden utilizar la gasa de los hilos de seda como paracaídas, que al ser arrastrados por el viento les permite viajar a grandes distancias en sus migraciones periódicas. Tanto es así, que se han podido ver a más de 1.000 kilómetros de distancia de su origen y cubriendo globos atmosféricos que están a una altura de 5.000 metros sobre el nivel del mar.
Estos paracaídas pueden unirse formando una masa gruesa de capas, una que les sirve tanto para viajar como para instalarse cuando llegan a su destino, y es lo que se denomina como cabello de ángel. En el año 2011 cayeron del cielo cientos de mirlos en Arkansas y Louisiana. ¿La razón? Probablemente murieron al estrellarse aturdidos cuando fueron sorprendidos por los fuegos artificiales en la víspera de Año Nuevo.
Sin embargo, los más difíciles de explicar son los animales acuáticos. En el pasado, la gente pensaba que la migración de los pájaros podría ser la causante al dejar caer a sus presas en masa, aunque dicha teoría jamás explicó el por qué.
Dicho esto, las ranas, ya sea por su simbología a lo largo de la historia, o bien porque realmente han existido una gran cantidad de casos, representan el mayor reto. ¿Por qué caen las ranas del cielo?
La mayoría de los meteorólogos y científicos hablan de una primera causa principal: las trombas marinas. Se trata de un embudo que contiene un intenso vórtice o torbellino que ocurre sobre un cuerpo de agua, normalmente conectado a una nube cumuliforme. Son más comunes en los océanos tropicales, pero se han visto en todo el mundo y pueden formarse sobre el agua incluso cuando las condiciones están relativamente tranquilas.
Todo lo que se necesita es el suficiente calor y humedad para que las nubes se condensen y toquen. Las trombas marinas que se forman con buen tiempo, tienden a ser pequeñas, débiles y de corta duración. Sin embargo, se forman cuando los tornados terrestres se mueven hacia el mar.
Se sabe que los tornados regulares son capaces de arrastrar escombros livianos (como el papel) hasta 320 kilómetros, y objetos más pesados como el metal hasta 80 kilómetros. Por tanto, aunque las trombas marinas no son tan fuertes, la idea de que podrían absorber cosas y transportarlas a cierta distancia para luego colocarlas en una nueva ubicación, tiene sentido.
Además, si lo hacen, esas cosas podrían incluir pequeños peces o ranas. No sólo eso, casualmente, varios de los eventos de estas “lluvias” tan peliculeras que se han dado en los últimos años coincidieron con tormentas y fuertes vientos, acontecimientos que también se ajustan a la teoría de las trombas marinas.
El hecho de que los animales también sean acuáticos le da un sentido completo. En cuanto a los casos donde se ha dado lluvia de animales en zonas alejadas del agua, la explicación más plausible son los tornados terrestres.
¿Y el hecho de que la mayoría de las veces solo sea un animal o una misma especie? En este caso, algunos científicos piensan que eso es porque los objetos de tamaño y peso similar se caen a la misma vez cuando las fuerzas de la tormenta se apagan. Otros encuentran que la respuesta no es del todo satisfactoria, ya que los lagos y océanos contienen muchos animales que tienen un tamaño bastante similar.
En cualquier caso, si un día eres testigo de una lluvia de peces o ranas cayendo del cielo, no entres en pánico, es muy probable que no se trate del fin de los tiempos, sino de un fenómeno meteorológico realmente extraño con una explicación científica perfectamente razonable. O casi.
Fuente: gizmodo.com