La ciencia descubre la temperatura máxima que puede soportar el ser humano
Ya estamos a las puertas de la segunda ola de calor del verano, que comenzará el lunes y durará, al menos, hasta el miércoles, según ha avisado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Y no parece que las altas temperaturas vayan a dar una tregua durante los próximos meses.
Los datos analizados por un grupo de científicos estadounidenses muestran que la temperatura media mundial el pasado jueves, 6 de julio, fue de 17,23 °C. Rompe el récord de 17,01 grados establecido el lunes, superado solo un día después cuando la temperatura media alcanzó los 17,18C.
Las temperaturas están siendo impulsadas por el cambio climático inducido por el hombre y el patrón climático natural conocido como El Niño, según información de los científicos difundida por Europa Press.
«El Niño aún no ha alcanzado su punto máximo y el verano todavía está en pleno apogeo en el hemisferio norte, por lo que no sería sorprendente que el récord diario de temperatura se rompa una y otra vez en 2023», dijo el doctor Paulo Ceppi, profesor de ciencias del clima en el Imperial College de Londres.
Entre 40 y 50 grados Celsius
Investigadores de la Universidad de Roehampton, en el Reino Unido, han anunciado los resultados de un estudio en el que buscaban saber cuánto calor puede soportar el cuerpo humano. Los científicos han determinado que el límite en el que ya no somos capaces de regular nuestra temperatura corporal está entre 40 y 50 grados Celsius, según ha publicado El Confidencial.
«Esta investigación aporta conocimientos fundamentales sobre cómo reaccionamos a entornos subóptimos y cómo lo ‘óptimo’ difiere entre personas con distintas características», ha explicado Lewis Halsey, investigador principal del estudio y catedrático de Ciencias de la Vida y la Salud de la Universidad de Roehampton.
El equipo se ha centrado en observar el intervalo de temperaturas en el que la tasa metabólica —la cantidad de energía mínima que necesita el cuerpo para realizar los procesos básicos— puede seguir controlando la temperatura de nuestros órganos vitales internos sin consumir más energía de lo normal, lo que se conoce como temperatura central, según ha resaltado el mismo medio.
La investigación ha mostrado que la frecuencia cardiaca aumentaba más en las mujeres que en los hombres. «Encontramos algunos cambios considerables en las respuestas de la función cardiaca al calor entre categorías de personas, siendo el más llamativo el de los sexos», ha revelado Halsey. «Es decir, por término medio, hombres y mujeres muestran algunas diferencias clave en sus respuestas cardiovasculares al calor».
El equipo asegura que sus experimentos están todavía en curso por lo que es posible que en el futuro consigan resultados más específicos. «Estamos construyendo una imagen sobre cómo responde el cuerpo al estrés térmico, su capacidad de adaptación, los límites de esas adaptaciones y, sobre todo, la variedad de respuestas entre individuos. En un mundo que se calienta, estos conocimientos son cada vez más valiosos», ha añadido el investigador.
Fuente: msn.com