Investigadores hallan aire nasal único
Respirar es un proceso automático y silencioso que realizamos alrededor de 20,000 veces al día. Sin embargo, investigaciones recientes realizadas por científicos del Instituto Weizmann de Ciencias y la Universidad de Haifa revelan que cada individuo presenta un patrón único en la manera en que el aire entra y sale por sus fosas nasales, lo que actúa como una especie de firma personal comparable a una huella digital o a la voz.
Para llevar a cabo este hallazgo sorprendente, los investigadores desarrollaron un dispositivo portátil que se inserta suavemente en la nariz, capaz de medir el flujo de aire en cada fosa nasal durante un período de 24 horas. Este innovador dispositivo fue probado en 97 participantes, tanto durante el sueño como en actividades diarias, logrando una identificación con una precisión del 96.8%.
Este fenómeno ha sido denominado “huella respiratoria nasal humana”. A diferencia de otras biometrías, como el ritmo cardíaco o la voz, que pueden cambiar con relativa facilidad, la respiración nasal demostró ser sorprendentemente constante a lo largo del tiempo, incluso tras varios meses de monitorización. Esta estabilidad la posiciona como una herramienta prometedora para investigaciones que abarcan desde el cerebro hasta aspectos de identidad.
Las bases de esta singularidad respiratoria se asientan en un complejo sistema de señales cerebrales. El ritmo de la entrada y salida de aire está controlado por centros nerviosos que influyen en la regulación emocional, el estado de alerta y la ansiedad, lo que sugiere que los patrones respiratorios podrían ser un reflejo de nuestro estado mental sin que nos demos cuenta. De hecho, estudios señalaron una correlación entre ciertas características del flujo nasal y rasgos psicológicos, además de permitir predicciones sobre la presencia de síntomas de ansiedad o depresión, incluso en individuos sanos.
Esta investigación podría transformar la forma en que entendemos y monitoreamos la salud mental, ya que el patrón nasal podría considerarse un marcador no invasivo para condiciones como la ansiedad crónica, trastornos del espectro autista, o enfermedades neurodegenerativas, sin la necesidad de cuestionarios o costosos escáneres cerebrales.
El potencial de emplear la respiración nasal como método de identificación también despierta interés en áreas como la seguridad y la medicina personalizada. En tiempos donde la privacidad y la autenticación de identidad son de creciente importancia, un sistema basado en patrones respiratorios podría complementar o incluso reemplazar las metodologías convencionales como las huellas dactilares o el reconocimiento facial.
Los dispositivos necesarios son discretos y permiten la recolección de datos de forma continua sin interrumpir las actividades cotidianas. No obstante, los autores del estudio subrayan que aún se requieren más investigaciones para garantizar su fiabilidad y precisión, así como el respeto a la privacidad.
El hallazgo abre un campo fascinante para la neurociencia, la psicología, y la tecnología, donde la simple acción de respirar puede desvelar mucho más sobre la identidad y el estado mental de una persona de lo que se había imaginado previamente. A medida que se profundiza en esta temática, el potencial para su uso en diagnósticos clínicos y acompañamientos emocionales se perfila como un recurso invisible pero poderoso que podría cambiar nuestra interacción con la salud humana.
Así, cada respiración se convierte en una señal única, una firma que evidencia nuestra existencia en el mundo. Con este descubrimiento, la ciencia da un paso hacia la comprensión de lo que significa ser humano, revelando en cada inhalación y exhalación un profundo relato sobre quiénes somos y cómo nos sentimos.
Fuente: columnadigital.com