Investigadora de la UNAM crea base de datos 3D sobre variabilidad facial de población mexicana
Por la elaboración de una base de datos con modelos de referencia tridimensionales que muestra la variabilidad facial de la población mexicana, herramienta útil para la ciencia forense, Claudia Paulina Cruz Venegas, doctorante del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, obtuvo el Premio Javier Romero Molina en Antropología Física, que otorga el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En la actualidad, detalló la experta, para identificar y efectuar descripción de un individuo se utilizan atlas basados en fotografías (bidimensionales) divididos en nariz, boca, labios, etcétera. La propuesta de la universitaria ofrece mejoras para la realización de este trabajo.
“La ventaja de estas bases de datos que estamos creando, es que son tridimensionales y los análisis son más certeros cuando se revisa un objeto en toda su dimensión. En una foto ves un objeto de forma aplanada, mientras que nuestra versión permite hacer una visión estereográfica de la persona para analizar las variaciones tridimensionalmente, lo que permite ser más certeros y confiables”, detalló Cruz Venegas.
La joven universitaria ganó el premio a la mejor tesis de maestría por su trabajo: Análisis de la variabilidad facial de la población mexicana con morfometría geométrica tridimensional para identificación forense, la cual fue dirigida por Mirsha E. Quinto Sánchez.
“Siempre la UNAM me ha dado algo que es muy grato, y eso es la educación. La educación ayuda a la humanidad a no caer en tantos errores; yo tengo que retribuirle, por tanto, y este premio es parte de eso”, afirmó.
La investigadora destacó que por el momento las principales herramientas de identificación se basan en descripciones de población de otros continentes, pues fueron elaboradas en Europa. Además, los atlas en la materia originalmente fueron creados en el siglo XVIII mediante la utilización de hombres presos en cárceles.
Las bases de datos, por lo general, se basan en poblaciones de Europa y Estados Unidos, no hay de tipo 3D de población mexicana ya sea porque no se cuenta con los recursos o hay limitaciones. Hay que crear las de nuestra población y ver que no somos iguales a las personas de Estados Unidos o la Unión Europea. “Tenemos que generar esa información para no depender de tablas que no hablan de cómo somos nosotros”, aseveró Cruz Venegas.
La hoy maestra en Antropología Física comenzó su tesis en 2020, por lo que durante el periodo más álgido de la pandemia analizó datos contenidos en la base del Consorcio para el Análisis de la Diversidad y Evolución de Latinoamérica, también conocido como CANDELA, que cuenta con información antropométrica y genética de más de siete mil individuos de Brasil, Chile, Colombia, Perú y México.
Para su trabajo, la experta revisó información de mil 300 individuos con una técnica llamada morfometría geométrica; se centró, además, en la simetría y asimetría del rostro. Con ello, la joven comenzó la creación de la base de datos que puede ser utilizada para identificar a una persona en contextos poblacionales.
Lo anterior significó también la revisión de las ancestrías, con estudios genéticos, pues en México existe un alto porcentaje de mezclas; es decir, de origen mixto porque la historia como nación indica que está marcada por la conquista europea, pero también por la llegada de personas provenientes de Asia y África, aclaró.
Los primeros resultados, subrayó, permiten discernir el origen céntrico (Ciudad de México y Estado de México) de una persona viva, con más de 90 por ciento de certeza: sin embargo, en comparación con individuos del norte o sur del país la precisión disminuye hasta 70 por ciento.
“Las bases de datos de personas vivas, como esta, hablan de la diversidad fenotípica de México. Sí se podría hacer una identificación, pero con reservas”, acotó Cruz Venegas.
Aunque el trabajo no fue diseñado para ayudar a delimitar la búsqueda o identificación de personas desaparecidas, Claudia Paulina Cruz estimó que, a futuro, podría ser útil para esta labor una vez que el instrumento sea mejorado y validado.
Actualmente la especialista realiza estudios de doctorado en el Posgrado de Antropología, del Instituto de Investigaciones Antropológicas, donde explora posibles diferencias y rasgos para identificar qué tanta correspondencia hay entre el tejido blando y el hueso; o sea, conocer las características ante mortem y post mortem.
Fuente: updatemexico.com