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¡Insólito! Niña de tan solo 8 años realiza un impactante hallazgo arqueológico que conmocionó al mundo

Los descubrimientos están a la orden del día, y no son solo los científicos o investigadores los que se han encontrado con grandes vestigios u obras del pasado, ya que también personas que simplemente pasaban un día normal han logrado contribuir a comprender un poco más de la historia gracias a sus observaciones o hallazgos fortuitos.

En España, existe un lugar llamado Cueva de Altamira, la cual ha sido un escenario de impresionantes pinturas paleolíticas con antigüedades de hasta 30 mil años. Pero, lo curioso de estas pinturas es que fueron halladas por casualidad, y no como parte de una investigación dirigida.

Se considera que el descubridor de esto fue Modesto Cubillas; sin embargo, hay mucha polémica en torno a ello, ya que la historia cuenta una versión muy diferente acerca de este hecho.

Se cuenta que Modesto Cubillas se encontraba de caza, cuando su perro cayó entre unas rocas al momento de que estaba persiguiendo a una presa. Cuando Cubillas acudió en su ayuda, encontró algunas cuevas, a las que no les prestó atención debido a que había demasiadas en esa región, además de que estaban llenas de maleza.

Hasta el año 1875, Marcelino Sanz de Sautuola, naturalista e historiador, visitó esta gruta por primera vez, con el mismo resultado, ya que no hubo nada que llamara su atención, tan solo unas líneas negras que no terminaron por convencerlo.

Pasados algunos años, Sanz participó en la Exposición Universal de París, donde vio algunos objetos prehistóricos y aprendió a identificarlos. Después de haber obtenido nuevos conocimientos, volvió a la cueva, pero esta vez acompañado de su hija María Sanz de Sautuola y Galante, de ocho años de edad.

Sanz se dedicó a buscar restos o algún vestigio en la entrada de la cueva, mientras que su pequeña decidió adentrarse en la gruta. Y después de observar detenidamente, la niña llamó a su padre para decirle que había encontrado bueyes en el techo, aunque en realidad se trataba de bisontes.

Esta especie se consideraba como extinta en Europa, pero no encontró huesos de este animal en la cueva. Pero las pinturas realistas de este animal bastaron para que la cueva se convirtiera en uno de los descubrimientos con mayor importancia en la época.

Sin embargo, hubo algunas personas que acusaron a Marcelino de haber pintado dichos bisontes. Pero esto no impidió que en el año 1910 el Ayuntamiento de Santillana del Mar formó un consejo para la Conservación y Defensa de la Cueva, y en 1917 se permitieron visitas guiadas, lo que la convirtió en Monumento Nacional en 1924.

Las visitas fueron aumentando cada vez más, siendo las décadas 1960 y 1970 las más problemáticas. En 1973, ingresaron más de 174 mil personas, lo que provocó que la cueva fuera cerrada y no fue hasta el año 1982 que se reabrió con un aforo limitado de 8,500 personas al año.

Aunque en 2002 la cueva fue cerrada para realizar estudios de impacto, reabriendo sus puertas hasta febrero de 2014, en donde se permitió que 5 personas al día durante 37 minutos estudiaran el impacto de posibles visitas.

Fuente: ensedeciencia.com