Ingenieros proponen traer asteroides a la Tierra para extraer sus metales
En general, se asume que, cuanto más lejos estén los asteroides, mejor. Pero algunos ingenieros tienen una idea distinta. ¿Y si atraemos asteroides a la Tierra para extraer sus recursos? Minghu Tan, investigador en la Universidad de Glasgow (Reino Unido) y coautor de un estudio publicado en Acta Aeronautica ha analizado cómo sería capturar pequeños asteroides y hacerlos frenar en la atmósfera, evitando impactos descontrolados y convirtiéndolos en valiosas fuentes de recursos.
Según Tan, se puede usar la atmósfera del planeta para hacer la clásica maniobra de aero-frenado, a través de las cual las naves espaciales frenan en la atmósfera, con asteroides. El objetivo sería poner estos objetos en la órbita de la Tierra para explotarlos después.
Asegura que haciendo maniobras relativamente baratas y sencillas se podría extraer agua o metales preciosos en la órbita. Por ejemplo, ha sugerido que el agua podría suministrar a tripulaciones y ser procesada para producir hidrógeno y oxígeno, ambos compuestos que forman parte del combustible para cohetes.
La clave de que este proceso sea rentable se encuentra en que se basa en desplazar pequeños asteroides, de hasta 30 metros (y aun así capaces de destruir una ciudad entera) cuando están a distancias de millones de kilómetros: en teoría, y tal como demuestra el artículo, con tan solo una pequeña modificación bastaría para colocarlos en la posición deseada.
Según ha dicho en Sciencemag.org la astrónoma Sherry Fieber-Beyer, investigadora en la Universidad de Dakota del Norte (EE.UU.) no implicada en este estudio, la composición del asteroide puede hacer que una idea maravillosa se convierta en una ocurrencia catastrófica: “Si está hecho de hierro sólido, no podrás frenar a ese “mamón”“. Y no solo eso, la dificultad de poder detectar a distancia la composición de los asteroides lleva a que uno que a priori resulta atractivo esté hecho en realidad de algo que no resulta nada interesante.
Asteroides imprevisibles
Según Ingo Mueller-Wodarg, investigador del Imperial College de Londres (Reino Unido) tampoco implicado en la investigación de Minghu Tan, otro inconveniente es que los asteroides no tiene forma esférica y, por tanto, el aerofrenado puede conducir a resultados imprevisibles: “El riesgo estaría en que un asteroide con una forma irregular experimentase alguna torsión, y comenzase a girar fuera de control”. Por ese motivo, las naves que recurren al aerofrenado cuentan con propulsores para compensar las desviaciones.
En el peor de los casos, el resultado, según Mueller-Wodarg y Fieber-Beyer, es que el asteroide podría acabar impactando contra la Tierra, causando destrucción y muerte.
Según Tan, esto no ocurriría porque la mayoría de los asteroides, menores a 30 metros de diámetro, se desintegrarían al llegar a la atmósfera baja del planeta. Al menos si no fueran de hierro, caso en que sí que habría que contar con un impacto. Sin embargo, según otros astrónomos, los asteroides de 20 a 100 metros tienen la capacidad potencial de destruir ciudades enteras.
En la actualidad, las ideas de Tan no son más que un proyecto a largo plazo, por mucho que compañías como Deep Space Industries y Planetary Resources tengan proyectos para capturar y explotar asteroides. Según este investigador, habría al menos 1.000 asteroides candidatos. ¿Compensarán las ganancias los riesgos que parecen correrse?
Fuente: abc.es/ciencia