Ingenieros mexicanos diseñaron dispositivo para oxigenación de alto flujo
Un grupo de ingenieros mexicanos diseñaron un dispositivo médico con el que se puede evitar la intubación en casos de insuficiencia respiratoria aguda generada por el Covid-19 o bien otros padecimientos como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o la insuficiencia cardiaca. Lo denominaron Torre de Alto Flujo, y esperan que pueda ser utilizado en hospitales del sector público.
En conferencia de prensa presencial, el ingeniero industrial Eliel Escribano Parada, desarrollador principal del dispositivo, explicó que la “Torre de Alto Flujo es un sistema de ventilación no invasivo (usa cánulas nasales) para oxigenoterapia y su costo de fabricación es económico, oscila entre los 120 y 145 mil pesos.
“Es mucho más económico que un ventilador. Los ventiladores básicos cuestan desde unos 300 mil pesos hasta dos millones y medio, dependiendo de la marca y capacidad”.
Explicó que el desarrollo “aumenta la oxigenación, y esto permite una mejoría que evita la intubación, pero si te llegan a intubar, el equipo es útil para el destete o retiro de la ventilación mecánica, pues compensa los niveles de presión y volumen que tenías mecánicamente, y con el alto flujo evitas que el pulmón colapse”.
El aparato, que contó con la asesoría de intensivistas y neumólogos, está en “proceso de aprobación por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Estamos en etapa de certificaciones. Ya se certificó en cuanto a temperatura y flujos, y está en proceso la certificación eléctrica. Además, cada uno de sus componentes están certificados nacional e internacionalmente”.
En unas tres semanas contaremos con las “certificaciones IEC 60601 e ISO 18000, y Cofepris realizará una visita a nuestras instalaciones para emitir el documento de buenas prácticas de fabricación”.
El desarrollo surgió “atendiendo la convocatoria del presidente Andrés Manuel López Obrador para crear ventiladores mecánicos”, no obstante, este dispositivo no es un ventilador mecánico ni un concentrador de oxígeno, sino que incrementa la oxigenación por medio de alto flujo.
Está diseñado para hospitales, pero puede usarse en casa, pero hay que tener dotación constante de oxígeno y de aire limpio con un compresor de grado médico y destacó que “ya se ha puesto a prueba con pacientes, que firmaron un documento, pues aún está proceso de aprobación.
“Solo una persona se ventiló con el equipo en casa y le fue muy bien, pero él gozaba de una gran capacidad económica para tener un proveedor de oxígeno que no le fallara, y es importante que si se inicia proceso de alto flujo lo mantengas, no lo interrumpas, porque si no suele haber consecuencias”.
Detalló que “es posible ocuparlo en casa porque es fácil de usar”, no se requiere ser personal especializado, a diferencia de quienes operan los ventiladores mecánicos, pero es mucho más fácil en un hospital porque en las salas de terapia intensiva ya estás las tomas de aire limpio y de oxígeno a las que se conecta.
“Es para uso hospitalario, aunque se puede ocupar en una casa, pero los consumos de oxígeno serían elevados, porque es por alto flujo el alto. En los hospitales hay tomas de aire y oxígeno, y conectamos directamente e inicias operación de ventilación. No es imposible usarlo en casa, pero sí es más complicado”.
Contó que “cuando estábamos en semáforo rojo algunas personas nos contactaron, se firmaron algunos documentos de responsabilidades en donde ellos estaban de acuerdo que era una opción. Fueron resultados positivos. Uno de mis socios que iba a intubación no se intubó, lo uso y a los nueve días estuvo fuera de peligro, y ya está en sus actividades”.
“Este no es un ventilador mecánico, por medio de cánula nasal se suministran los flujos de aire y oxígeno, y hay mezcla humidificada, lo que permite tener humedad relativa, y eso ayuda a que no haya lesiones en la vía aérea o respiratoria”.
Indicó que “es fácil de operar, es muy intuitivo y analógico, tenemos la perilla principal con la que regulamos la proporción de oxígeno. Al otro lado tenemos el flujómetro, ahí regulamos la cantidad de flujo, es decir de litros por minuto. Y tiene una pantalla en donde controlamos la temperatura en la cánula. Se debe usar con orientación médica. Un médico nos puede estar dando las instrucciones de cuantos litros por minuto, de acuerdo a la situación del paciente”.
El dispositivo fue desarrollado por los ingenieros en Querétaro, y tardaron, aproximadamente en dos meses y de acuerdo a Escribano Parada, representante legal de la empresa desarrolladora, todas las piezas son de fácil acceso, por lo que confía en que puedan trabajar con el gobierno federal para su uso en el sector público.
Fuente: lajornada.com.mx