Una bola de fuego con origen en una miniluna terrestre –un objeto capturado temporalmente en órbita por nuestro planeta–, ha sido identificada sobre Australia.
Como señalan sus descubridores de la Universidad de Curtin, que estudia datos de la Red Desert Fireball, los objetos espaciales que se acercan a la Tierra pero que no son atraídos inmediatamente por la gravedad se conocen como orbitadores capturados temporalmente (TCO), satélites naturales de la Tierra o simplemente minilunas.
Tales objetos rodean el planeta en lugar de sumergirse a través de la atmósfera y en el suelo, al menos por un tiempo. Se cree que la mayoría de estos objetos no rodean la Tierra por mucho tiempo, eventualmente sucumben a la gravedad y chocan a través de la atmósfera, o en su lugar son arrojados de regreso al espacio.
Como también señalan los investigadores The Astronomical Journal, hasta la fecha solo se ha registrado uno de esos objetos que circulan alrededor de la Tierra: un objeto llamado 2006 RH120 fue visto en 2006 que rodeaba el planeta, lo hizo durante aproximadamente 11 meses antes de escapar de la gravedad de la Tierra y hacer su camino de regreso al espacio. Además, solo se ha observado una bola de fuego de miniluna: un equipo que dirige una red de cámaras en Europa vio una en 2014.
En este nuevo esfuerzo, los investigadores informan una segunda identificación de un TCO que brilla en el cielo como una bola de fuego antes de golpear el suelo.
Los investigadores encontraron evidencia de la bola de fuego al pasar datos de la Red Desert Fireball de Australia, un sistema de cámaras (que también captura la ruta de vuelo) establecidas en todo el país con el propósito específico de capturar evidencia fotográfica de una bola de fuego de miniluna.
Para encontrar evidencia de tal bola de fuego, los investigadores estudiaron las fotografías en busca de evidencia de cualquier tipo de bola de fuego, ya sea de un meteorito o un TCO. Una vez encontrado, el equipo utilizó los datos de la ruta de vuelo para calcular la trayectoria del objeto en llamas: los objetos que rodean la Tierra antes de atravesar la atmósfera habrán entrado en un ángulo más pequeño.
Los investigadores sugieren que es probable que se encuentren más objetos de este tipo en los próximos años a medida que aumente el interés en ellos, ya que representan una oportunidad para capturar un objeto espacial en su estado nativo.
Fuente: europapress.es