Un gusano de 508 millones de años esclarece un enigma evolutivo
Una nueva especie fósil excepcionalmente bien conservada de gusano de cerdas llamada ‘Kootenayscolex barbarensis’ ha esclarecido un misterio evolutivo sobre el grupo de especies al que pertenecen las lombrices.
Descubierta en el sitio fósil de hace 508 millones de años de Marble Canyon en Burgess Shale, en el Parque Nacional Kootenay, en la Columbia Británica, la nueva especie ayuda a reescribir nuestra comprensión del origen de la cabeza en anélidos, un grupo muy diverso de animales que incluye las sanguijuelas y las lombrices de hoy.
«Los anélidos son un grupo de animales enormemente diverso en sus anatomías y estilos de vida», afirma el autor principal del análisis, Karma Nanglu, candidato al doctorado en la Universidad de Toronto e investigador en el Museo Real de Ontario. «Si bien esta diversidad los hace ecológicamente importantes y un grupo evolutivamente interesante para estudiar, también hace que sea difícil reconstruir lo que el anélido ancestral puede haber sido», apunta.
Los anélidos se encuentran en casi todos los ambientes marinos, desde los respiraderos hidrotermales hasta los arrecifes de coral y el océano abierto, y también incluyen más especies derivadas de la evolución que viven en la tierra en la actualidad. Aunque bastante abundante en ambientes modernos, su historia evolutiva temprana, en particular el origen de sus cabezas, se confunde por un registro fósil relativamente pobre, con pocas especies descritas de fósiles con cuerpos bien conservados cerca de los orígenes evolutivos del grupo.
El coautor Jean-Bernard Caron, conservador senior de Paleontología de Invertebrados en el Museo Real de Ontario, profesor asociado en los departamentos de Ecología y Biología Evolutiva y Ciencias de la Tierra en la Universidad de Toronto, y supervisor de doctorado de Nanglu, subraya: «Mientras que se conocen bien en el registro fósil piezas aisladas de mandíbulas anélidas y algunos tubos anélidos, la preservación de sus tejidos blandos es extremadamente rara. Se debe buscar en depósitos fósiles verdaderamente excepcionales como los que se encuentran en la localidad de Burgess Shale de 508 millones de años de antigüedad en British Columbia para encontrar fósiles del cuerpo bien conservados. Incluso entonces, son bastante poco comunes y muchas de las especies actualmente descritas todavía son poco conocidas».
Una cabeza que evolucionó a partir de segmentos corporales
Una característica clave del nuevo gusano de Burgess Shale ‘Kootenayscolex barbarensis’ es la presencia de cerdas del tamaño de un cabello llamadas ‘chaetae’ en la cabeza, lo que llevó a Nanglu y Caron a proponer una nueva hipótesis sobre la evolución temprana de la cabeza en anélidos. «Al igual que otros gusanos de cerdas, ‘Kootenayscolex’ posee paquetes de cerdas del tamaño de un cabello extendidas a lo largo del cuerpo, la cual es, de hecho, una de las características de diagnóstico de este grupo de animales», destaca Nanglu.
«Sin embargo, a diferencia de cualquier forma viva, estas cerdas también cubrían parcialmente la cabeza, más específicamente alrededor de la boca. Esta nueva especie fósil parece sugerir que la cabeza del anélido evolucionó a partir de segmentos corporales posteriores que tenían pares de cerdas, una hipótesis respaldada por la biología del desarrollo de muchas especies modernas de anélidos», detalla.
El Período Cámbrico (hace entre 541 y 485 millones de años) representa la primera vez que la mayoría de los grupos de animales aparecen en el registro fósil, sin embargo, muchas especies a menudo poseían morfologías que eran muy diferentes a sus parientes modernos. «La combinación de nuevos descubrimientos fósiles, como ‘Kootenayscolex’, con una comprensión más profunda de los procesos de desarrollo presenta una poderosa herramienta para investigar estas morfologías únicas y, en última instancia, el origen de la diversidad animal moderna», agrega Caron.
La descripción de ‘Kootenayscolex’, publicada este lunes en la revista ‘Current Biology’, es uno de los muchos descubrimientos nuevos del sitio de Burgess Shale llamado Marble Canyon (Parque Nacional de Kootenay) que están cambiando la manera en que pensamos sobre la evolución de una amplia gama de grupos de animales. Caron dirigió el equipo de investigación ROM que descubrió esta nueva localidad en 2012, a 40 kilómetros al sureste del sitio original de Burgess Shale (Parque Nacional Yoho) en las Montañas Rocosas canadienses.
Este nuevo gusano de cerdas no solo es la especie más abundante de anélidos en todo el registro fósil con más de 500 ejemplares recuperados, sino también los mejor conservados hasta el momento. «Algunos especímenes conservan restos de tejidos internos, incluidos posibles tejidos nerviosos, por lo que es la primera vez que vemos evidencia de características tan delicadas en un anélido fósil. Esta preservación excepcional abre un nuevo capítulo en el estudio de estos antiguos gusanos», agrega Caron.
«Hace 508 millones de años, el Marble Canyon habría estado repleto de anélidos –sugiere Nanglu–. Los finos detalles anatómicos preservados en ‘Kootenayscolex’ nos permiten inferir no solo su posición evolutiva, sino también su estilo de vida. Los sedimentos preservados dentro de sus entrañas sugieren que, al igual que sus parientes en los ecosistemas modernos, estos gusanos desempeñaron un papel importante en la cadena alimenticia al reciclar el material orgánico del sedimento para otros animales que los depredaban».
El nombre del nuevo del anélido, ‘barbarensis’, fue elegido para honrar a Barbara Polk Milstein, que es voluntaria del Museo Real de Ontario y durante mucho tiempo partidaria de la investigación de Burgess Shale. ‘Kootenayscolex barbarensis’ cobra vida gracias a la artista visual e ilustradora científica ROM Danielle Dufault.
Fuente: Europa Press