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Euclid, la misión europea que busca desentrañar los secretos del universo oscuro

La ESA presentó nuevos detalles de la misión que se lanzará los primeros días de julio

La naturaleza de la materia y de la energía oscura, cómo ha cambiado la expansión del universo o si es completa nuestra compresión de la gravedad son algunas de las cuestiones que tratará de responder la misión europea Euclid, que creará «el mayor y más preciso» mapa en 3D del universo.

Para ello, durante seis años observará más de mil millones de galaxias a una distancia de hasta 10.000 millones de años luz, en más de un tercio del cielo. Hoy la Agencia Espacial Europea (ESA) presentó detalles de la misión que se lanzará desde Cabo Cañaveral, Florida, en un cohete Falcon 9 de SpaceX los primeros días de julio.

La nave espacial, con una altura de 4,7 metros, está equipada con un telescopio de 1,2 metros de diámetro y dos instrumentos científicos, una cámara de longitud de onda visible y un espectrómetro y fotómetro de infrarrojo cercano.

Todo ello servirá para escudriñar el universo oscuro, un gran desconocido para la comunidad científica. El examen de los miles de millones de galaxias se hará con una nitidez y sensibilidad sin precedentes, lo que proporcionará una vasta base de datos abierta.

En el universo la materia normal es la que integra los planetas, galaxias o estrellas y representa un 5 %; el resto está en forma de energía oscura (alrededor del 70% del cosmos) y materia oscura (25%), componentes distintos que la cosmología aún trata de explicar.

La materia oscura, cuya existencia se descubrió hace más de medio siglo, no emite luz pero ejerce atracción gravitatoria. Esta es fundamental para entender la forma en que el universo se agrupa, desde las grandes estructuras de vacíos y supercúmulos de galaxias a la propia forma de las galaxias como la nuestra, la Vía Láctea.

La energía oscura es diferente. Según los cosmólogos, esta produciría la expansión acelerada del universo contrarrestando la fuerza de la gravedad, y precisamente Euclid, en la que participan 14 países europeos, además de Canadá, Japón y Estados Unidos, va a estudiarla.

Esta es una de las preguntas importantes de la cosmología moderna. En un principio se creía que esta expansión era producto del «big bang» con que se originó todo el universo; se aceptaba que en algún momento esa expansión acabaría frenada por el efecto contrario de la fuerza de la gravedad que liga entre sí la materia, pero no es así.

Ahora, la comunidad científica defiende que existe algo que de alguna forma crea cada vez más espacio entre las galaxias y esto es la energía oscura. Produciría la expansión acelerada del universo pero no se conoce ni su fuente, ni su física, ni cómo funciona.

Para eso hará un mapa tridimensional del universo (siendo el tiempo la tercera dimensión), que detallará la forma, la posición y la distancia de galaxias situadas a una distancia de hasta 10.000 millones de años luz, explicó Guadalupe Cañas, investigadora en la ESA.

La nave espacial utilizará dos antenas para enviar diariamente sus datos, la de la localidad española de Cebrero en Ávila (centro oeste del país) y la de Malargüe en Argentina.

Estos se procesarán en hasta nueve centros y finalmente se archivarán en la sede madrileña de la ESA. Para acceder a ellos no habrá que esperar al final de la misión, sino que cada año se irán haciendo públicos los obtenidos hasta ese momento, detalló Guillermo Buenadicha, coordinador de Operaciones Científicas de Euclid, para quien uno de los grandes retos de esta misión es el gran volumen de datos y su procesado, «nada sencillo».

La nave está diseñada para operar seis años, pero con la posibilidad de extender la misión otros cuatro. El mapa completo estará listo en ese primer período de años y ¿despues qué? Xavier Dupac, científico de operaciones de Euclid, señaló que esto aún está por determinar.

Se podría, por ejemplo, ampliar la observación del 35 al 45 % del universo o volver a mirar las mejores zonas para mejorar los datos. La órbita de Euclid se situará en torno a un punto conocido como punto de Lagrange 2 (L2), a una distancia media de 1,5 millones de kilómetros de la Tierra (donde también se encuentran los telescopios Gaia y James Webb).

El contratista principal es Thales Alenia Space, en Italia, que lidera un consorcio en el que participan ocho empresas españolas, indicó Susana Infante, de Thales España y jefa del proyecto del subsistema de comunicación de Euclid.

Su despegue está previsto para los primeros días de julio, si bien la fecha exacta todavía está por anunciar.

Fuente: eltiempo.com