Estudio sugiere que el alcohol emborracha más en verano: cómo evitar beber más de la cuenta con calor
Cuando la temperatura es más elevada es más probable que el alcohol produzca un efecto mayor
Con la llegada del calor, sentimos que necesitamos beber más y, aunque lo mejor es saciar esa sed con agua, hay quien no puede resistir la tentación y opta por bebidas alcohólicas, que también pueden llegar a ser refrescantes en determinados momentos, aunque no son la mejor opción.
El alcohol hace que el cuerpo pierda líquidos, lo que no es una buena idea cuando hace calor porque favorece la deshidratación. Además, se puede tener la impresión de que, durante el verano, esas bebidas emborrachan más, algo que ahora parece corroborar un estudio, ¿por qué pasa esto?
El alcohol emborracha más en verano: cómo evitar beber más de la cuenta con calor
El alcohol nos afecta más en verano por varios motivos y el primero de ellos es el riesgo de deshidratación que, evidentemente, es mayor cuando las temperaturas son más elevadas. El alcohol inhibe la secreción de la hormona antidiurética encargada de reabsorber agua por parte del riñón, lo que sumado a sus efectos diuréticos, es decir, que aumenta la excreción de orina, potencia el efecto deshidratante en un momento en el que hidratarse es esencial. Así, lo mejor es beber poca cantidad y alternarlo con agua.
Este es uno de los riesgos de beber alcohol en verano, otro es que esta situación nos hace más propensos a tener un golpe de calor y también algún accidente relacionado con las actividades típicas del verano, como esos deportes que se practican al aire libre o incluso el riesgo añadido que supone meterse al mar o la piscina cuando se ha ingerido alcohol. No obstante, no explica por qué el alcohol emborracha más.
Una investigación realizada por la Universidad de Nagoya (Japón) y publicada por la revista Nature Communications ha querido recoger cómo no solo el alcohol produce un efecto mayor en las personas en los meses de verano, también sucede algo parecido con otros factores, llegando a la conclusión de que las estaciones pueden influir sobre ello, por ejemplo modificando la eficacia de los fármacos o haciendo que engordemos más, como sucede en invierno.
Se parte de la teoría de que los animales han desarrollado un reloj biológico que se calibra según las estaciones, lo que afecta no solo al comportamiento, también al sueño, el metabolismo o la secreción hormonal. En el caso del alcohol y el verano, se ha estudiado el efecto que produce esto en ratones, determinando que los criados en condiciones invernales se recuperaban más rápido tras el consumo.
“Este resultado sugiere que es más probable que el cuerpo se intoxique en verano”, explicabaTakashi Yoshimura, del Instituto de Biomoléculas Transformativas de la Universidad de Nagoya y uno de los investigadores principales del estudio, tal y como recogen en Infosalus. “Se trata de un descubrimiento interesante, ya que podría explicar por qué el número de pacientes hospitalizados por intoxicación aguda por alcohol es mayor en verano en la mayoría de los países”.
Esta investigación puede aportar interesantes datos a la hora de tomar determinados medicamentos, pues su efecto podría ser diferente en función de la época del año.
Fuente: telecinco.es