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Esto es lo que pasaría si un astronauta falleciera en la Estación Espacial Internacional

¿Te has preguntado qué ocurriría si un astronauta falleciese en la Estación Espacial Internacional? ¿Y si lo hiciera en cualquier otra misión espacial? He aquí algunas de las claves para entender el procedimiento que se seguiría

Cualquier astronauta que se embarque en una misión de exploración espacial no es ajeno a los posibles problemas que puedan producirse. Es cierto que la historia nos habla de muy pocos accidentes fatales, pero la posibilidad siempre está ahí. ¿Sabías que existe un protocolo de actuación en caso de fallecimiento de un astronauta en el Espacio y, más concretamente, en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés)? Hay un mecanismo de actuación que se activaría automáticamente tras producirse este suceso.

Veamos, por tanto, cómo se actuaría rápidamente para evitar cualquier posible problema, qué debería hacer la expedición que hubiera presente y, por supuesto, hasta qué punto nos encontramos ante una alternativa que podría ocurrir en el futuro. Es una cuestión que muy probablemente no te habías planteado, pero lo cierto es que siempre puede producirse este hecho. Esto sería lo que ocurriría en función del lugar en el que se produjese el fallecimiento.

Si un astronauta falleciera en el Espacio, este sería el protocolo a seguir

Las Agencias Espaciales de mayor relevancia, tales como la NASA, disponen de mecanismos de actuación y protocolos para poder atender situaciones de emergencia como esta. Eso sí, la forma de actuar varía en función del lugar en que se produjera la muerte del astronauta. En el caso de que ocurriese en la Estación Espacial Internacional, el resto de la tripulación podría enviar los restos mortales del difunto en una cápsula con destino a la Tierra. La NASA, por ejemplo, cuenta con su propio protocolo de actuación.

Ahora bien, ¿y si estos hechos tuvieran lugar, por ejemplo, en la Luna? Es importante recordar que se prevé que en las próximas décadas se establezcan bases operativas en nuestro satélite natural. Llegado el caso, se comandaría una expedición de retorno para poder traer de vuelta el cuerpo de la persona fallecida. Produciéndose la muerte en la ISS o en la Luna, no habría riesgo relacionado con la preservación del cuerpo. Ahora bien, ¿y si el suceso se produjera algo más lejos? El siguiente objetivo que nos planteamos es Marte.

A una distancia de 225 millones de kilómetros de la Tierra, el viaje de retorno de Marte sería mucho más complicado. En estos casos, se habilitaría un espacio a una temperatura determinada para evitar la putrefacción de los tejidos. Así pasaría el tiempo que durase la misión. De vuelta a la Tierra, se realizaría el operativo para culminar el proceso de entierro o incineración. Sería un proceso lento, pero la muerte no limitaría la capacidad de la misión para llevar a cabo el trabajo solicitado al resto de la expedición.

Tal y como has podido observar, la NASA y resto de organismos especializados han pensado en todo. Se trata de algo que puede suceder en cualquier momento y que, por tanto, se debe tener en cuenta. Este es uno de los motivos por los que no veremos a corto y medio plazo misiones espaciales en las que haya un único astronauta encargado de las operaciones.

Fuente: Agencias