La basura espacial que orbita alrededor de la Tierra no deja de crecer y se están buscando maneras de eliminarla. Alguna se basa en cambiar su órbita para que se dirija a la Tierra.

Allá donde va el ser humano deja basura. Da igual que sea un desierto, las cumbres más altas del planeta o el espacio, y esa basura puede acabar por transformarse en un problema. La cantidad de desechos que hay en la órbita de la Tierra no ha dejado de crecer y parece que de momento no es una prioridad para las grandes agencias aeroespaciales.

Aun así, la startup StartRocket está trabajando junto al grupo Kaspersky en buscar la manera de eliminar toda la basura que existe, tarea nada sencilla. El coste de traerla de vuelta a la Tierra o enviarla fuera de la órbita del planeta es excesivo, por lo que han valorado que la mejor manera de plantearlo es directamente hacer que desaparezca.

Para lograrlo han dado forma a un mecanismo llamado Foam Debris Catcher. Este utiliza una serie de satélites autónomos que atrapan la basura espacial mediante espuma de polímero pegajosa.

Una vez atrapada la basura espacial, se cambia su órbita para que vaya contra la Tierra. Al adentrarse en la atmósfera, las temperaturas hacen que acabe por desintegrarse y desaparecer, según Actualidad Aeroespacial.

Este mecanismo será probado por primera vez en 2023, primero en la Tierra y luego en el espacio. Gran parte de la dificultad se observa en el modo de adaptarse a cada elemento que se quiera desintegrar, tanto por su tamaño como por su velocidad.

Según Alexander Shaenko, doctor en ciencia técnica y consultor de StartRocket, “comparada con otras alternativas más recientes, FCD resulta, además, mucho más asequible”. Esta puede ser una de las claves a la hora de sacarlo adelante. Si solucionan los evidentes problemas que encontrarán, quizá sea una solución a valorar.

Fuente: computerhoy.com