Encuentran en Australia un hongo altamente tóxico capaz de reducir el cerebro humano
Científicos de Australia anunciaron el jueves que se identificó por vez primera un hongo altamente venenoso, con toxinas que pueden ser absorbidas por la piel y que encogen el cerebro, en la selva tropical próxima a la Gran Barrera de Coral.
El hongo “coral de fuego”, que es más conocido en Corea del Sur y Japón por ser uno de los más venenosos del mundo, fue hallado cerca de Cairns, en el estado norteño de Queensland, informaron científicos de la James Cook University.
«No hay que tocar el hongo si uno se lo encuentra y por supuesto no puede comerse», dijo Matt Barrett, un experto del Herbario Tropical Australiano de la universidad.
«Del centenar de hongos tóxicos que conocen los investigadores, este es el único cuyas toxinas pueden ser absorbidas a través de la piel», agregó.
Si es ingerido puede provocar síntomas como dolor estomacal, vómitos, diarrea, fiebre y entumecimiento, seguidos por horas o días en los que se pela la piel en manos y pies. Además, se achica el cerebro”, señaló.
Lo más probable es que el hongo creciera de manera natural en Cairns, ya que también se han reportado hallazgos en Indonesia y Papúa Nueva Guinea, dijo Barrett en un comunicado.
«El hecho de que podamos encontrar un hongo tan llamativo y con tanta importancia como el coral de fuego venenoso en nuestro patio trasero demuestra que tenemos mucho que aprender de los hongos en el norte de Australia», afirmó.
Si alguien tiene contacto con el hongo y no recibe tratamiento a tiempo, puede morir, por falla multiorgánica o del sistema nervioso.
Medios australianos reportan que un autodenominado fanático de los hongos, llamado Ray Palmer, hizo el descubrimiento. Ha pasado los últimos 11 años fotografiando especies de hongos y dijo que inmediatamente reconoció éste como un hongo venenoso.
“Yo pensé que no, que no podía ser (coral de fuego) porque estamos en Australia — no se le conoce como endémico de Australia,” dijo Palmer.
Cuidadosamente recolectó algunas muestras que llevó a la Universidad James Cook de Cairns, donde la importancia de su descubrimiento fue confirmada.
Ray Palmer dice que no es el primer descubrimiento inusual que ha hecho.
«He encontrado muchas otras especies que no deberían estar en Australia (…) Amo encontrar lo extraño y lo maravilloso así como lo bello y Cairns es el lugar ideal para encontrarlo».
Fuente: televisa.com